Por Alina Archundia
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2019, los Centros de Justicia para las Mujeres (CJM) atendieron (por primera vez y dieron seguimiento) por situación de violencia a 285 mil 574 mujeres.
Mientras que del 1 de enero al 31 de diciembre de 2020 atendieron a 246 mil 3251 mujeres, mientras que del 1 de enero al 30 de junio de 2021 reportaron 164,347 mujeres atendidas, lo que implica que un vez que se conozcan las cifras al cierre de ese año, el número podría rebasar las 300 mil mujeres.
De acuerdo al proyecto de Recopilación de Información de los Centros de Justicia para las Mujeres en México 2021, hay 55 centros distribuidos en 31 entidades federativas que operaban al 4 de octubre de ese año.
De acuerdo al los datos de los CJM, solo 87.0 por ciento (47) recabaron datos básicos de las mujeres atendidas y únicamente 48.1 por ciento, (26) de las personas agresoras.
Por grupos de edad, la mayor cantidad de mujeres atendidas se concentró en los rangos de 20 a 29 años y de 30 a 39 años, seguidas de las mujeres de 40 a 49 años.
Del 1 de enero al 30 de junio de 2021 se atendieron a 62,139 mujeres (24.0 por ciento) de 20 a 29 años y a 57,094 mujeres de 30 a 39 años (22.1 por ciento).
Por grupos de edad, la mayor cantidad de mujeres atendidas se concentró en los rangos de 20 a 29 años y de 30 a 39 años, seguidas de las mujeres de 40 a 49 años.
En el periodo de referencia, del 1 de enero al 30 de junio de 2021 se atendieron a 62 mil 139 mujeres (24.0 por ciento) de 20 a 29 años y a 57 mil 94 mujeres de 30 a 39 años (22.1 por ciento).
Las principales personas agresoras de las mujeres que fueron atendidas por situación de violencia eran sus parejas, esposo(a), cónyuge y concubino(a), seguidas de sus exparejas en los tres periodos por los que se preguntó.
De acuerdo al Inegi, en las distintas variables recolectadas sobre las características de las mujeres atendidas, la situación de violencia o los agresores se observa una cifra alta de registro “no especificado”.
Es decir, no se cuenta con información, lo que dificulta el análisis preciso de las mujeres que experimentan violencia y que acuden a los Centros.
Por Alina Archundia
