Redacción

Si bien el trabajo en casa (home-office), permitió a muchas empresas sobrevivir y seguir operando durante la cuarentena por el COVID19, lo cierto es que esa nueva modalidad laboral podría implicar severos riesgos cibernéticos para las operaciones comerciales por el alto uso de programas de cómputo ilegales y pocos antivirus instalados en las computadoras domésticas.

Y lo que sucede, es que, de acuerdo a la Cámara de Comercio de Estados Unidos en México (AMCHAM), se estima que en México, alrededor de la mitad de los programas que se utilizan en los hogares (e incluso empresas) son ilegales, condición que coloca al país en el noveno lugar a nivel mundial en el uso indebido de licencias de software.

Asimismo, de acuerdo con la firma McAfee, México es el segundo país del mundo con el mayor porcentaje de usuarios de computadoras in protección (24.57 por ciento), detrás de Singapur (21.5 por ciento).

Ante ello, Fernando Solis Soberon, director general de Ahorro y Previsión de Grupo Financiero Banorte, afirmó el llamado “Home Office” si bien permitió a miles de empresas poder sortear la cuarentena por la emergencia sanitaria, lo cierto es que esa novedosa modalidad implicó riesgos cibernéticos para las empresas e inclusos para sus clientes, como robo de información.

“Con la digitalización de los negocios muchos pueden trabajar a distancia pero también servir a sus clientes, atendiendo sus negocios para la venta o atención de servicios y también de manera digital, entonces es un riesgo que adquirido de manera creciente y ya se veía pero este COVID-19 acelerado el tema de dispersión”, comentó en el marco del Foro “¿Qué es la gestión de riesgos y cómo puede ayudar a mi empresa a salir adelante ante COVID19”, organizado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Por ello, informó que el sector de aseguradoras en México ha colocado en el mercado diferentes coberturas para proteger a las empresas en caso de ataques cibernéticos, los cuales generan millones de pesos en pérdidas para los negocios.

De acuerdo con el Banco de México (BANXICO), en 2019 los ataques cibernéticos tan sólo al sector financiero del país implicaron pérdidas por un total de 784 millones de pesos.

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