La inversión privada, medida a través de la Inversión Fija Bruta (IFB), muestra un comportamiento irregular, pues durante abril pasado reportó una caída de 0.3 por ciento respecto a marzo, con lo que sumó dos caídas mensuales en lo que va de este año.
Con ello, el IFB se colocó en 106.3 puntos en el cuarto mes del año, lejos del 110 alcanzado en agosto de 2018, previo a la entrada en operaciones del gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por medio de un reporte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), precisó que la caída mensual que registró la inversión priva en abril pasado fue resultado de la contracción de -2.1 por ciento que registró la construcción, así como del avance de 2.3 por ciento que mostró la compra de maquinaria y equipo.
El tropiezo de -0.3 por ciento que registró la IFB en abril pasado, ocurre luego de que en enero cayó -0.5 y en febrero y marzo repuntó 1.5 y 0.5 por ciento, respectivamente.
“Con la caída mensual de la Inversión Fija Bruta en abril, se aleja más de su máximo histórico alcanzado en 2018”, apuntó al respecto Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base.
El indicador de la IFB proporciona información sobre el comportamiento mensual de la inversión, integrada por los bienes utilizados en el proceso productivo durante más de un año y que están sujetos a derechos de propiedad. El IMFBCF muestra cómo una parte del valor agregado bruto en la economía se invierte, en lugar de consumirse.
La trascendencia de la IFB implica que es un alto condicionante para el comportamiento de la actividad económica hacia el mediano y largo plazo, en virtud de que la inversión privada (gasto en maquinaria y construcción de infraestructura), es clave para el desarrollo.
De acuerdo con datos originales (sin estacionalizar), la IFB creció 6.1 por ciento a tasa anual en el cuarto mes del año, con lo que en el periodo comprendido de enero a abril de este año avanzó 8.6 por ciento respecto al mismo periodo de 2022.
