Tan solo durante la última década, la tasa de innovación tecnológica se ha acelerado a mayor velocidad, desafiando la capacidad de las corporaciones para mantenerse competitivas sabiendo que en cualquier momento pueden aparecer tecnologías y modelos de negocio que antes no existían.
Por años, las compañías han recurrido a varios mecanismos para continuar creciendo. El entorno de la posguerra mundial, facilitó la expansión internacional sobre todo de las compañías que formaban parte los países aliados más poderosos como Reino Unido, Francia y los Estados Unidos. Evidentemente, no todo su crecimiento ha sido orgánico buscando incrementar su base de clientes a través de la adopción de sus productos o servicios. En la medida que el desarrollo económico se extiende con periodos de relativa tranquilidad, a pesar de la guerra fría, muchas empresas inician un proceso de consolidación basado principalmente en las siguientes estrategias:
Fusiones y adquisiciones: Este mecanismo facilita la entrada a nuevos mercados o aumentar la base de clientes en función de adquirir empresas similares en tamaño y oferta de productos o servicios con lo cual se puede lograr una sinergia a través de los canales de comercialización.
Investigación y desarrollo (I&D): Muchas grandes compañías han basado el desarrollo de sus mercados a partir de crear fuertes apuestas a sus áreas de I&D para lanzar constantemente nuevos productos diseñados en sus laboratorios.
Alianzas estratégicas: Adicionalmente, muchas compañías encontraron una complementariedad a sus ofertas de valor a través de establecer alianzas estratégicas con compañías que fortalecen la generación de valor al mercado, desde la producción, desarrollo de productos o acceso al mercado a través de nuevos canales.
Expansión a nuevos mercados: Sin duda, la expansión a nuevos mercados, a través de la apertura de nuevas oficinas comerciales hasta montar procesos productivos han sido durante años una de las opciones de las grandes compañías para crecer.
Sin embargo, con el arribo de internet, el poder cada día más robusto de los equipos de cómputo y las plataformas en la nube, provoca que los mecanismos de competencia se modifiquen para hacer frente a los nuevos desafíos para permanecer en el mercado. Por consecuencia, ello implica que las compañías agreguen nuevos vehículos para el crecimiento, basados principalmente en nuevas formas de relacionarse con los clientes, nuevos canales de comunicación y el desarrollo de productos digitales. Lo más relevante de estos nuevos procesos es que involucran modelos externos o de innovación abierta, es decir, atraen la innovación desde afuera de las organizaciones. Así los modelos de Corporate Venturing (modelos de innovación de las grandes compañías) incluyen procesos internos y externos:
Ideación: Los modelos para identificar las mejores ideas que provienen de los colaboradores internos, así como pueden provenir de fuentes externas como clientes, aliados, proveedores, incluso de la competencia.
Hackatones: Son modelos que tienen un enfoque especifico para resolver un problema particular, buscando que grupos internos o externos a la organización, o un mix de ambos, trabajen durante un periodo de tiempo determinado para identificar ideas innovadoras para abordar retos.
Aceleradora Corporativa: Las aceleradoras corporativas han tenido mucho auge, atrayendo startups tecnológicas para entender como abordan temas de mercado y nuevas tecnologías. En algunos casos incluyen oportunidades de inversión para apoyar el crecimiento de las startups.
Innovation Labs: Este modelo se embarca más en conocer tendencias en sectores de interés, validar tecnologías y combinarlas con nuevos modelos de negocio para buscar innovar sobre modelos tradicionales.
Venture Builder: Este modelo se enfoca en desarrollar nuevos negocios, usualmente digitales, los cuales en muchas ocasiones parten desde cero, tal como lo hace una startup, con el propósito de escalar rápidamente hacia el mercado.
CVC: Los fondos corporativos son otro modelo de crecimiento basado en innovación, enfocado en invertir o adquirir startups para atraer la innovación a las compañías.
Existen infinidad de beneficios para las compañías que adoptan estos modelos, pero algunos de estos beneficios tienen que ver con la capacidad para llevar al mercado nuevos productos y servicios que a las áreas internas de una compañía les tomaría años realizar.
(*) Luis Hernández Alburquerque es experto en inversiones de riesgo y en el desarrollo de negocios de base tecnológica para transformar a las organizaciones, también es Managing Director & Founder en Scale Radical – Una compañía que desarrolla modelos de crecimiento y transformación basados en innovación, tecnología e inversiones de riesgo.
