Inauguran la Romería Flor de Cempasúchil 2023, en la alcaldía Xochimilco, donde ofertan más de 80 cultivos diferentes

Para este año, se estima una producción superior a las 21 mil toneladas de flor de Cempasúchil, es decir, 31% más respecto a las obtenidas en 2022 que fue de 16 mil 307 toneladas, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

La dependencia federal detalló que la expectativa es generar dos millones 451 mil plantas y más de 509 mil manojos, lo que garantiza el suministro y abasto a nivel nacional.

En 2022 la producción nacional se compuso por 16 mil 307 toneladas, dos millones 313 mil plantas, 490 mil 786 manojos y 984 gruesas, con base en datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

Las cifras indican que la superficie de siembra aumentó, al pasar de dos mil 198 hectáreas en 2021, a dos mil 289 hectáreas el año pasado y para este 2023 se prevén dos mil 448 hectáreas, apuntó.

México, centro de origen

En el Palacio de la Flor, en la alcaldía Xochimilco, el titular de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, detalló que, México se posiciona como centro de origen de la flor de Cempasúchil, por lo que las autoridades trabajan para fortalecer la investigación en mejoramiento genético, con nuevas variedades, y promueven sus beneficios a la salud y en productos alimenticios.

Al inaugurar la Romería Flor de Cempasúchil 2023, en la Ciudad de México, el funcionario federal señaló que a nivel nacional se conformó la Red de Cempasúchil, que forma parte del Subcomité de Recursos Genéticos Agrícolas de la dependencia federal, para aprovechar y protege las variedades y su calidad, así como difundir el conocimiento de esta especie.

Enfatizó que, junto con los productores, se trabaja para mantener la conservación de las especies de Cempasúchil mexicano y en el desarrollo de nuevas variedades para la floricultura y la agroindustria, además de incentivar su uso en la alimentación humana, por ejemplo, en la industria avícola, resaltar sus atributos funcionales para la salud.

Comentó que, año con año, este evento da testimonio de todas las gestiones que hay detrás, porque además de producir y comercializar estas hermosas flores, está el ánimo incesante de los productores por hacer comunidad con base en nuestras tradiciones y costumbres y de construir un mejor país.

Refirió que la flor de Cempasúchil refleja la mística azteca y la belleza de nuestro campo, que en este mes estallan en un intenso color amarillo y anaranjado y están listas para ser ofertadas en presentaciones de maceta, gruesas, toneladas, manojos o docenas.

Impulsan venta de la flor

El secretario Villalobos Arámbula invitó a la población a adquirir sus plantas y flores orgullosamente mexicanas, en mercados de la alcaldía Xochimilco, como Cuemanco, Madre Selva, San Luis Tlaxialtemalco y el Palacio de la Flor, además en mercados locales, centrales de abasto, tiendas de autoservicio y florerías, y consumir lo nacional, pues es la mejor forma de retribuir el esfuerzo de los productores.

Por su parte, el secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México, Fadlala Akabani Hneide, destacó que la venta de cempasúchil está en auge, y muestra de ello es el colorido de la capital en importantes avenidas como Insurgentes, Paseo de la Reforma, parques públicos, restaurantes, bares, hogares y negocios.

Informó que este año la producción de cempasúchil en la Ciudad de México rompió récord, pues de las 900 mil piezas registradas durante la administración pasada, este año los productores de la entidad contribuyeron con 5.5 millones de piezas, y con relación al año pasado se superó la producción por medio millón de piezas.

Señaló que de acuerdo con datos de la Sedeco y de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), el valor de producción de la flor en la capital del país asciende a 65 millones de pesos para las familias rurales.

Agregó que el objetivo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la Jefatura de gobierno y la alcaldía Xochimilco es dar impulso a la venta de esta flor, en beneficio de las familias productoras y de la población que demanda este cultivo para adornar sus altares.