Redacción
Un estudio realizado por los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud reveló que 3.6 millones de adultos mayores padecen depresión.
De lo anterior, 40.5% padece trastornos mentales leves; 33.9% moderados; y 25.7% trastornos graves. señala el documento.
¿Qué es la depresión?
La pandemia por COVID-19 dejó graves repercusiones en la salud mental y aumentó los problemas psicosociales lo cual generó cambios en la alimentación, en los patrones de sueño y dificultades en el núcleo social, así como un incremento en el usos de sustancias psicoactivas y actos violentos.
La depresión es un trastorno mental caracterizado por la disminución del estado de ánimo, sentimientos de tristeza, dificultad para concentrarse y alteraciones en el patrón de sueño y apetito. En casos severos, se presentan comportamiento suicida y alteraciones somáticas como dolor, hormigueo y rigidez muscular. Los síntomas prevalecen durante todo el día o por varias semanas consecutivas.
La falta de atención médica especializada provoca que la enfermedad evolucione, se vuelva crónica y limite a las personas en todas las esferas sociales. El tratamiento depende de la intensidad y tipo de síntomas. Puede ser solo con psicoterapia para casos leves, o con terapia, medicamentos y soporte comunitario para pacientes graves.
Los más vulnerables
Sin duda alguna, los adultos mayores, son uno de los grupos más vulnerables por diversos factores como la pérdida de su vitalidad, el cambio en su ritmo de vida, disminución de sus funciones y capacidades, la pérdida -muerte- de figuras significativas, pérdidas laborales, entre otros.
También repercute el inicio de alguna enfermedad crónico degenerativa; la merma económica puede ser factor predisponente para una depresión, no es lo mismo que sea trabajador en activo a que tenga alguna limitante, como una pensión o que incluso no tenga ninguna entrada económica.
Prevalencia de los trastornos mentales
Los trastornos más frecuentes en personas mayores, por orden de importancia, son:
Depresión.
Trastorno por consumo de alcohol.
Trastorno obsesivo compulsivo.
Trastorno bipolar.
Esquizofrenia.
Trastorno por estrés.
Trastorno maniaco.
Trastorno por consumo de sustancias.
Otros trastornos.
¿Cómo superarlo?
Algunas formas frecuentes de tratamiento para la depresión incluyen:
Psicoterapia, consejería o terapia de diálogo. Puede ayudar a la persona a identificar y cambiar emociones, pensamientos y comportamientos preocupantes, algunos ejemplos de enfoques específicos para el tratamiento de la depresión incluyen la terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal.
Medicamentos para la depresión. Los medicamentos pueden equilibrar las hormonas que afectan el estado de ánimo, como la serotonina. Hay muchos tipos diferentes de medicamentos antidepresivos de uso frecuente. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son antidepresivos que se recetan con frecuencia a las personas mayores.
Terapia electroconvulsiva. La colocación de electrodos en la cabeza en la persona diagnosticada permite que una corriente eléctrica suave y segura pase a través del cerebro para desencadenar una convulsión breve de manera intencional y generar un cambio en la neuroquímica; sólo se aplica cuando la depresión no ha mejorado con otros tratamientos.
Estimulación magnética transcraneal repetitiva. La estimulación magnética -imanes, transcraneal repetitiva no requiere anestesia y está dirigida solo a regiones específicas del cerebro para ayudar a reducir los efectos secundarios como la fatiga, las náuseas o la pérdida de memoria que podrían ocurrir con la terapia electroconvulsiva.