Redacción
Desde los primeros días del mes de enero de 2024 se han viralizado decenas de fotografías en redes sociales en donde muestran el color rojizo que se ha presentado en el cielo durante el atardecer. Dicho fenómeno se ha presentado con frecuencia en la Ciudad de México.
Ese tipo de cielo esta relacionado con el fenómeno conocido como dispersión de Rayleigh, nombre otorgado en honor a un físico y matemático británico llamado John William S. Rayleigh quien ganó en el año 1904 el premio Nobel de Física debido a sus estudios en el campo de la óptica, principalmente en el ámbito de la polarización de la luz.
La dispersión de Rayleigh es un fenómeno óptico que se produce cuando la luz solar incide en las partículas muy pequeñas que se encuentran en la atmósfera terrestre. Este tipo de dispersión afecta en mayor medida a los colores con longitud de onda más corta, como el azul y el violeta, los cuales se esparcen en todas direcciones y dan al cielo su característico color azulado durante el día.
Durante el atardecer y el amanecer, cuando el sol se encuentra bajo en el horizonte, la luz debe atravesar una mayor cantidad de atmósfera antes de llegar a la superficie. En su trayecto, las longitudes de onda cortas son dispersadas repetidamente, dejando pasar las más largas, como las del rojo y el naranja, que pintan el cielo de la CDMX.
Asimismo, la calima se refiere a la presencia de polvo, arena y partículas procedentes del desierto, principalmente, que quedan en suspensión en la atmósfera. Este fenómeno también tiene un impacto significativo en la percepción del color del cielo.
Cuando la calima afecta a la capital del país, las partículas de polvo en suspensión actúan como agentes dispersores de la luz solar, de un modo similar a las moléculas de aire en la dispersión de Rayleigh. Sin embargo, debido a su mayor tamaño, las partículas de polvo dispersan preferentemente las longitudes de onda más largas, como el rojo y el naranja.
Esto provoca que, especialmente durante el atardecer y el amanecer, el cielo tome una tonalidad rojiza más intensa y profunda en comparación con los días claros, generando un espectáculo visual distinto en el horizonte de la capital mexicana.
¿Cómo se relaciona el cielo rojo con el clima?
Según información de Meteored, la aparición de un crepúsculo de tonalidades rojizas o anaranjadas puede ser un indicador de la inminencia de bajas temperaturas. Este fenómeno se debe a que una mayor sequedad del aire, asociada a una atmósfera fría, altera la manera en que la luz solar se dispersa al pasar por la atmósfera.
Los tonos anaranjados y rojizos en el cielo durante el atardecer tienen una correlación empírica con las predicciones meteorológicas y están arraigados en la sabiduría popular como un presagio de buen tiempo. La intensidad de estos colores al final del día sugiere que la atmósfera está relativamente libre de humedad, lo que permite una mayor dispersión de la luz solar en las longitudes de onda del extremo rojo del espectro.
De acuerdo con este antiguo proverbio, un atardecer pronunciadamente rojizo indicaría pocas probabilidades de lluvias al día siguiente, debido a la baja humedad. Además, algunas personas asocian este tipo de cielos con la llegada de una “helada seca” en la mañana subsecuente. No obstante, este tipo de observaciones no constituyen una ley meteorológica invariable y no siempre son indicativas de las condiciones del tiempo que efectivamente se presentarán, dado que existen múltiples factores que pueden influir en el clima.