Human Right Watch (HRW) instó a fabricantes de automóviles como Tesla, Volkswagen y BYD, que fabrican vehículos en China, a esforzarse más para garantizar que no entren en su cadena de suministro materiales que podrían estar fabricados con mano de obra forzada.
El grupo confirmó haber hallado pruebas de que productores de aluminio de Xinjiang habrían empleado al trabajadores de programas de transferencia de mano de obra respaldados por el gobierno chino, al que acusa de coaccionar a uigures y otros musulmanes turcos para que trabajen en Xinjiang y otras regiones.
De acuerdo con información publicada por la agencia Reuters, el aluminio producido en Xinjiang se utiliza en China para fabricar piezas de automóviles que luego se venden a fabricantes de todo el mundo.
Estas empresas son responsables, en virtud de los principios de Naciones Unidas, de garantizar que no se utiliza trabajo forzoso en las cadenas de suministro.
El investigador Jim Wormington, dijo que HRW había contactado a Tesla, Volkswagen, BYD, General Motors y Toyota, debido a sus grandes volúmenes de ventas, pero que no habían encontrado ninguna violación específica de trabajo forzoso.
Y es que grupos de derechos humanos como HRW acusan a Pekín de abusos contra los uigures, una minoría étnica mayoritariamente musulmana de unos 10 millones de personas en la región occidental de Sinjiang.