Al celebrarse el 10 de febrero el día mundial de estos insumos, los especialistas aseguran que su producción no genera gases de efecto invernadero

Las legumbres, también llamadas leguminosas, como los frijoles, son económicas y más rendidoras que los productos cárnicos, además de saciar el apetito de manera considerable, entre otros beneficios, por lo que es necesario combatir prejuicios de que son alimentos para personas de escasos recursos, o que “si no comí carne, no comí”.

Así lo dio a conocer la jefa de la carrera de Nutriología de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM, Mariana Valdés Moreno, al precisar que las leguminosas son parte de una dieta completa, equilibrada y saludable. Sus ventajas son numerosas, entre ellas las nutrimentales, por lo que se debe incentivar su consumo.

Con motivo del Día Mundial de las Legumbres, a celebrarse el 10 de febrero, la experta universitaria recuerda que aun cuando en años pasados disminuyó su ingesta por diversas causas, en la actualidad ha tomado fuerza debido a las tendencias vegetarianas y veganas.

Los productos por excelencia son: garbanzo, chícharo, lentejas y frijoles, aunque hay otros como las alubias.  “Hay de distintos colores y tipos, y por ser granos secos también tienen una amplia vida de anaquel”.

Valor nutrimental, similar a la proteína de origen animal  

Al ser semillas, detalla la experta, concentran gran cantidad de nutrientes. Destaca su valor nutrimental en aminoácidos esenciales, que son los “bloques” que construyen a las proteínas, y por ello se les compara con las de origen animal.

Además, carecen de colesterol y poseen gran cantidad de fibra. Por la porción de hidratos de carbono que contienen, no generan “picos” o aumentos drásticos de glucosa en la sangre que predisponen para desarrollar diabetes, sino que resultan fundamentales para evitar sensación de cansancio, fatiga y decaimiento; “nos mantienen con estabilidad de la glucosa”.

También tienen potasio, que ayuda a la contracción muscular y a la regulación de la tensión arterial; son una fuerte importante de hierro que previene la anemia, subraya la experta.

Mariana Valdés expone en entrevista que en una dieta completa se puede comer a diario; solo hay que cuidar las cantidades -ya que no son bajas en calorías- al igual que la forma de preparación para conservar sus propiedades.

Suelos pierden fertilidad por siembra intensiva de cereales

La universitaria hace énfasis en la importancia de que quien las ingiera, ya sea infantes o personas adultas, las combine con cereales para complementar sus aminoácidos. “Cuando lo hacemos es prácticamente equivalente a comer carne”. La composición clásica en México son frijoles con tortillas, pero puede ser lentejas con arroz, por ejemplo.

También ofrecen beneficios en materia de sustentabilidad. “La producción de leguminosas no genera gases de efecto invernadero, lo que sí hace la carne”, argumenta.

En la actualidad tenemos problemas de salud pública relacionados con los estilos de vida, la dieta y el consumo de carnes, razón por la cual es fundamental disminuirlo, reitera.

Optar por esa alternativa de alimento “también nos ayuda a acercarnos al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. En la actualidad se registra el problema de la pérdida de fertilidad de los suelos debido a la siembra intensiva de cereales, que empobrece la tierra; si aumentamos nuestra ingesta de legumbres, estaremos favoreciendo nuestra salud y también el bienestar planetario.

Patrones de alimentación sanos

¿Cómo incrementar su consumo?, se pregunta Valdés Moreno y responde: con las tendencias de patrones de alimentación más hacia lo vegetal se incorporan las leguminosas a ensaladas, pastas, sopas, etcétera; también hay preparaciones que son comunes, como los frijoles de guarnición, que se pueden diversificar.

No obstante, con respecto a este último alimento alerta que los ofertados en sobres o latas están ultraprocesados y sus beneficios a la salud se pierden, porque generalmente contienen grasas saturadas, sal, etcétera. Por ello son mejor los naturales, asevera Valdés Moreno.

El 10 de febrero se celebra el Día Mundial de las Legumbres, luego de la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas realizada el 20 de diciembre de 2018.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la fecha representa una oportunidad única para “sensibilizar a la opinión pública sobre las legumbres y el papel fundamental que desempeñan en la transformación hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles con miras a una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás”.