A pesar de que la inflación general ha mostrado cierta tendencia a la baja, lo cierto es que los alimentos se mantienen al alza. Y un ejemplo son los pescados y mariscos, lo cual toma mayor relevancia por la tradicional vigilia, a propósito de la temporada de Cuaresma y la Semana Santa.

En este sentido, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), recomendó a la población destinar tiempo suficiente para comparar precios y calidad de los diferentes alimentos, en particular de los pescados y mariscos, los cuales reportan una importante disparidad de costos.

Un caso destacable es el camarón y sus diversas variedades, pues la institución pública ha identificado diferencias de precios muy marcadas en un mismo producto.

Por ejemplo, el camarón pacotilla, en el Soriana de Aragón, el kilogramo se vende en 499 pesos, mientras que en la pescadería El Pescador en Ecatepec, se puede conseguir en 250 pesos, es decir, 249 pesos (100 por ciento), más barato.

Un caso es el camarón coctelero, pues en el Wal Mart de Plaza Aragón el kilo tiene un costo de 179 pesos, pero ese mismo producto tiene un costo de 339 pesos en el Soriana de Center Plaza, es decir, 160 pesos (89 por ciento); más caro.

El tipo macuil no se escapa de la diversidad de precios, pues en el City Market de Huixquilucan tiene un costo de 548 pesos el kilo, mientras que el Mercado Soriana de Atizapan se vende en 297 pesos, lo que implica una diferencia de 251 pesos (84 por ciento).

Pero el caso más escabroso es el camarón grande con cabeza, pues en la pescadería El Pescador en Ecatepec, tiene un costo de 175 pesos el kilogramo, pero en el City Market de Huixquilucan alcanza los 599 pesos, es decir, 424 pesos (242 por ciento), más caro.

Por todo lo anterior, la PROFECO insiste en la necesidad de comparar precios antes de comprar los productos, con el objetivo de evitar gastos innecesarios y que podrían perjudicar las finanzas personales.