El apoyo se destinará a agricultores de hasta cinco hectáreas del grano básico de los estados de Chihuahua, Durango, Nayarit, San Luis Potosí y Zacatecas
Para hacer frente a la sequía y la desertificación en el sector agropecuario, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) puso en marcha el Programa de semilla certificada de frijol 2024 para sembrar en 41 mil 267 hectáreas en los estados de Chihuahua, Durango, Nayarit, San Luis Potosí y Zacatecas.
Al dar el banderazo de arranque en el estado de Durango, el titular de Sader, Víctor Villalobos Arámbula, señaló que esta iniciativa prevé la entrega de mil 230 toneladas de semilla certificada durante el ciclo primavera-verano 2024 y el apoyo será destinado a agricultores de hasta cinco hectáreas del grano básico.
Acompañado del gobernador Esteban Villegas Villarreal, refirió que esta semilla certificada cuenta con un proceso de “inoculación” para lograr un crecimiento precoz y desarrollo de raíces profundas, lo que le permitirá tener mayor resistencia al estrés hídrico y a plagas y enfermedades.
Dijo que, si bien en 2021 se logró una cifra récord de un millón 288 mil toneladas de frijol, en los años 2022 y 2023 se tuvo una disminución por los efectos de la sequía extrema en el centro-norte del país.
Autoconsumo suma mas de un millón de toneladas
Con esta medida, indicó, el Gobierno de México abona a recuperar la capacidad productiva en estas regiones de producción y autoconsumo y cumplir las instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, de contribuir a incrementar la autosuficiencia alimentaria en granos básicos porque son la base de la alimentación de los mexicanos.
Ello porque cada año se consumen más de un millón de toneladas de frijol, cantidad cultivada por más de 570 mil productores a nivel nacional, y esta producción genera más de 382 mil empleos permanentes y su valor asciende a al menos 13 mil millones de pesos, apuntó.
El gobierno federal mantiene su compromiso de alcanzar la autosuficiencia alimentaria de granos básicos (maíz, trigo, arroz y frijol) y Durango representa una oportunidad porque es un referente histórico en la producción de frijol, al contar con una superficie promedio de 191 mil 808 hectáreas y es el segundo estado productor a nivel nacional, subrayó el coordinador general de Agricultura, Santiago Arguello Campos.
Severa y extrema sequía
Es por ello que en coordinación con el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), brazos técnicos de Agricultura, se comenzará con la entrega de semilla certificada de frijol, apuntó.
Confió en que esta medida permita recuperar la capacidad productiva de zonas importantes productoras de frijol a largo plazo e incrementar su resistencia al cambio climático, plagas y enfermedades y, con ello, salir adelante pese a la severa y extrema sequía que ha afectado al campo mexicano en los últimos años.
El gobernador de Durango, Esteban Villegas Villarreal, se congratuló por el acompañamiento del secretario Villalobos Arámbula para reforzar las acciones y, al mismo tiempo, solventar las problemáticas en la agricultura y ganadería de la entidad.
Manifestó su disposición para continuar con los trabajos en coordinación con el gobierno federal, especialmente en el desarrollo de infraestructura para captar agua pluvial, con la intención de fortalecer el sector agroalimentario del estado y dejar un mejor futuro para las nuevas generaciones.
Aumentan 4 pesos al programa de precios de garantía
En la entidad del noreste del país, el secretario Villalobos Arámbula dio continuidad a los programas sociales de la actual administración federal y detalló que este año realizó una inversión de más de 428 millones de pesos para Producción para el Bienestar, con el fin de brindar atención a 45 mil 768 beneficiarios y una superficie de 279 mil 421 hectáreas, donde el 47 por ciento de estos apoyos va destinado a la producción de frijol.
El Programa Precios de Garantía, que marca un importante precedente en la comercialización de granos de los pequeños productores, informó que en noviembre 2023 se registró un aumento de 17.34 pesos a 21.00 pesos por kilogramo de frijol y, de esta manera, se dio certidumbre a los pequeños productores y redujo las importaciones.
La coordinadora general del programa Fertilizantes para el Bienestar, Areli Cerón Trejo, comentó que de 2022 a 2024 se incrementó el número de beneficiarios de estos insumos en Durango, al pasar de 15 mil a más de 43 mil productores de maíz y frijol, con la intención de avanzar hacia la autosuficiencia alimentaria.
Detalló que sólo este 2024 se destinó una inversión de más de 378 millones de pesos y hasta el momento han sido repartidas 20 mil toneladas de fertilizantes, es decir, 91 por ciento de la meta autorizada.
Reciben un sacó de 90 kilos de semillas
Hoy, dijo, el 78 por ciento de los productores de pequeña y mediana escala han sido atendidos con la entrega directa, gratuita y oportuna de los insumos para las parcelas del estado.
El coordinador general de Ganadería, Arturo Macosay Córdova, resaltó que en el presente año se han otorgado apoyos a pequeños productores, a través del componente Fomento a la Ganadería, del Programa de Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura, con la finalidad de impulsar la economía y la generación de empleos en dicha entidad.
Lo anterior permite continuar con la encomienda de mantener un enfoque de inclusión social y de atención a las poblaciones más vulnerables, como lo instruyó el titular de la Secretaría de Agricultura desde el comienzo de su administración.
En el acto, los productores Víctor Vázquez Rodríguez y Francisco Ontiveros recibieron de manera simbólica un sacó de 90 kilos de semillas certificadas para impulsar su cosecha de frijol, mientras que los ganaderos Jorge Tinoco Díaz y Maricarmen Pérez Porras obtuvieron las cartas de autorización de Ganadería para el Bienestar que les ayudará a mejorar la infraestructura ganadera de la región.
El productor Francisco Ontiveros Mejía añadió que estos incentivos dan la oportunidad de recuperar la fuerza para seguir adelante con la labor en el campo agrícola, sobre todo después de los daños ocasionados por la sequía.