Los cultivos que dependen de la polinización son cinco veces más valiosos. El precio global de los cultivos que requieren de los polinizadores se estima entre 235 y 577 mil millones de dólares estadounidenses al año, dice Sader

Hace varias décadas, que en la comunidad internacional se habla del problema que representa la disminución de los polinizadores –en especial las abejas– y los efectos que acarrearía en la alimentación y el ambiente, describe el blog de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

La dependencia precisa que desde 2006, la desaparición de las comunidades de abejas fue denominada como “trastorno por colapso de colonias”, caracterizado por la desaparición de colmenas y de poblaciones de abejas nativas en varios países.

Refiere que, entre las posibles causas, encontramos: la deforestación, las enfermedades, los pesticidas y herbicidas y el cambio climático (principalmente la alteración en la temperatura), entre otras.

Más allá de la promoción de acciones en todo el mundo para salvaguardar a los polinizadores y fomentar que la labor que realizan estos insectos y otros animales sea sustentable; lo cierto es, que, la arrogancia de la humanidad no está encontrando límites, indica.

La polinización, vital para la vida en nuestro planeta

Refiere que no hace mucho, el periódico británico The Guardian, publicaba una nota en la que indicaba, que un grupo de científicos de la Universidad Tecnológica de Delft, en Holanda, creía posible la fabricación de enjambres de drones parecidos a las abejas, para polinizar plantas en caso de que se extinguieran. De igual forma, una empresa dedicada a las tecnologías más avanzadas para la agricultura, ha propuesto el uso de un polinizador artificial, no sólo para aumentar el trabajo de las abejas, sino para eventualmente reemplazarlas.

Sin dudar del aporte que la inteligencia artificial, los drones o máquinas polinizadoras, agrega, puedan ofrecer ante esta problemática, un hecho que ha quedado claro –desde que Virgilio en el año 30 a. C., escribiera en Las Georgicas, su admiración por el sentido de orientación de estos insectos, la tenacidad en el trabajo y la fidelidad a la comunidad– es que las abejas, son insustituibles, agrega.

En el Día Nacional de las Abejas, instituido en 2017 por el Senado de la República, que se conmemora el 17 de agosto, se reconocer y valorar el importante papel ambiental, social y económico de las abejas, y promover la conservación de sus poblaciones para asegurar la permanencia de sus servicios y productos.

La polinización es vital para la vida en nuestro planeta, agrega, al precisar que, las abejas y otros polinizadores han prosperado durante millones de años, garantizando la seguridad alimentaria y la nutrición, manteniendo la biodiversidad y los ecosistemas para las plantas, los seres humanos y las propias abejas.

Polinizadores contribuyen con un tercio de las tierras agrícolas

La protección de las abejas salvaguarda la biodiversidad; la gran mayoría de los polinizadores son silvestres, incluidas las más de 20,000 especies de abejas que existen.

Tres de cada cuatro cultivos en el mundo que producen frutos o semillas para consumo humano dependen, al menos en parte, de los polinizadores.

Se considera, que, cerca del 75 por ciento de los cultivos del mundo que producen frutas y semillas para el consumo humano dependen de algún modo de los polinizadores para la producción, rendimiento y calidad de los alimentos.

Los polinizadores contribuyen con 35 por ciento de las tierras agrícolas mundiales, apoyando la producción de 87 de los principales cultivos alimentarios del orbe.

Aumentan en 300% el volumen de la producción

Además, los cultivos que dependen de la polinización son cinco veces más valiosos que los que no necesitan polinización. El precio global de los cultivos que requieren de los polinizadores se estima entre 235 y 577 mil millones de dólares estadounidenses al año.

El volumen de la producción agrícola que está relacionada con los polinizadores ha aumentado en 300 por ciento en los últimos 50 años. Esta cifra, refleja la importancia que tienen para sostener los medios de vida en todo el planeta.

Varios de los cultivos que se producen mediante polinización, como el cacao y el café, por citar dos ejemplos, proporcionan ingresos a los agricultores, en particular a los pequeños agricultores y a las explotaciones familiares, sobre todo en los países en desarrollo.

Por otra parte, con el aumento del valor comercial de la miel, las abejas se están convirtiendo en una fuente cada vez mayor de ingresos, una estrategia de subsistencia y un medio de seguridad alimentaria para muchos pequeños productores y habitantes de los bosques de muchos países en desarrollo.

Es un hecho que las abejas están amenazadas y que la agricultura sostenible puede reducir el riesgo para estos importantes insectos, al ayudar a diversificar el paisaje agrícola y aprovechar los procesos ecológicos como parte de la producción de alimentos. Seamos claros, no hay sustituto para la asombrosa biodiversidad y los dones que nos brindan las abejas.