Científicos piden una regulación más estricta en regiones con concentraciones naturalmente elevadas de ese mineral y donde el agua potable consumida rebasa algunas veces el límite de 1.5 mg/L establecidos por la norma mexicana (NOM-127-SSA1-2021) y la OMS
Un grupo científico del Departamento de Toxicología del Cinvestav examinó cómo el fluoruro, un mineral presente en el agua potable de algunas regiones de México y del mundo, afectan a los riñones de los fetos en desarrollo.
Al emplear un modelo animal, los investigadores expusieron a hembras en gestación con ese elemento equivalentes a los que se encuentran en el medioambiente y observaron que dicho mineral es capaz de atravesar la barrera placentaria y llegar tanto al líquido amniótico como a los fetos.
La investigación, publicada recientemente en la revista internacional de acceso libre Environmental Toxicology and Pharmacology, bajo el título Morphological changes in the fetal kidney induced by exposure to fluoride during pregnancy, llama a reconsiderar el uso de flúor en los sistemas públicos de agua u otras fuentes, como los productos de higiene bucal, para proteger a las poblaciones más sensibles (mujeres embarazadas, niñas, niños o adolescentes).
Factor de riesgo para las enfermedades renales
También, pone énfasis en la seguridad medioambiental, en particular, hacia el control de la contaminación por fluoruro debida a las actividades humanas; en la nefrología, observando a este mineral como un factor de riesgo para las enfermedades renales y las alteraciones en el desarrollo fetal; así como poner una particular atención en el campo de la medicina materno-fetal.
El estudio es parte del trabajo de la tesis doctoral de Esaú Montañez Rodríguez, dirigido por Olivier Barbier, el cual ha revelado datos cruciales sobre los efectos de la exposición a fluoruro durante el embarazo, especialmente, en el desarrollo de los riñones en modelos animales; entre sus conclusiones muestra que la exposición provoca un menor peso fetal, un retraso del crecimiento intrauterino (RCIU) y cambios significativos en la estructura y función renal.
Dosis de 2.5 y 5 mg de fluoruro/Kg/día reduce desarrollo renal
En particular, la investigación descubrió que la exposición a dosis de 2.5 y 5 mg de fluoruro/Kg/día reduce el desarrollo de zonas renales cruciales, como las áreas nefrogénica y cortical, además provoca la maduración temprana de los glomérulos y túbulos renales, estructuras encargadas de filtrar y purificar la sangre.
Los efectos descritos podrían conducir a una disfunción renal a largo plazo o a una enfermedad crónica de ese tipo en etapas posteriores de la vida. El estudio también identificó un aumento de la expresión de proteínas específicas, que intervienen en el desarrollo renal, potencialmente como mecanismo compensatorio.
El resultado del estudio resalta el papel potencial del fluoruro como factor de riesgo ambiental de problemas de salud relacionados con el riñón, además, subraya la necesidad de un control y una regulación más estrictos de los niveles de fluoruro, especialmente en regiones con concentraciones naturalmente elevadas de ese mineral y donde el agua potable consumida rebasa algunas veces el límite de 1.5 mg/L establecidos por la norma mexicana (NOM-127-SSA1-2021) y la Organización Mundial de la Salud.
“Las observaciones de la investigación son especialmente relevantes para las comunidades de todo el mundo, donde la exposición a través del agua potable y otras fuentes sigue siendo un problema acuciante de salud pública”, explicó Olivier Barbier.
Medidas preventivas e intervenciones tempranas
El estudio representa un importante paso adelante en la comprensión de cómo los tóxicos ambientales afectan al desarrollo fetal y a la salud renal; también subraya los riesgos potenciales de la exposición a fluoruro durante el embarazo y sus consecuencias a largo plazo para la salud, lo que exige seguir investigando medidas preventivas e intervenciones tempranas, señaló Montañez Rodríguez.
En este trabajo también colaboraron Casimiro Gerarduzzi, de la Universidad de Montreal, Canadá, y José Manuel Arreola Guerra, del Instituto de Atención Integral de Enfermedades Renales del Estado de Aguascalientes (IAIEREA), México; el estudio forma parte de un proyecto internacional en el que participa el Cinvestav, junto con el IAIEREA, las Universidades de Montreal y de Harvard, donde se llevarán a cabo análisis más extensos para explorar el impacto del fluoruro en la salud renal y devengan en tecnologías innovadoras en el campo de la investigación en nefrología.
“Este esfuerzo internacional refleja la urgencia de abordar los problemas de salud ambiental relacionados con la exposición a contaminantes, porque las implicaciones del estudio van más allá de la salud renal, y sirven para mostrar la calidad de la investigación realizada en México, así como los retos que se enfrentan en materia de salud ambiental, además de la necesidad de unir esfuerzos e ideas a través de una colaboración internacional para abordarlos”, sostuvo Olivier Barbier.