La aprobación de la reforma judicial impactó el ánimo por hacer negocios en México, pues en octubre pasado la inversión privada, medida a través del Indicador Mensual de la Formación Bruta de Capital Fijo (IMFBCF),cayó -4.5 por ciento respecto al mismo mes de 2023, lo que representó la mayor caída a tasa anual desde enero de 2021 cuando de desplomó -9.2 por ciento, en el marco de la cuarentena por la pandemia del COVID19.

De esta manera, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el indicador mencionado se colocó en 113.1 puntos en octubre del año pasado, lejos del máximo histórico de 118.4 unidades alcanzado en octubre de 2023.

Según el órgano autónomo, la caída que reportó la inversión privada durante el décimo mes del año pasado fue consecuencia de la caída de -11.6 por ciento que reportó la inversión en la industria de la construcción y en donde el sector residencial retrocedió -3.5 y el no residencial -16.3 por ciento.

En tanto, la inversión en maquinaria y equipo avanzó 4.2 por ciento a tasa anual. A su interior, la compra productos nacionales creció 5.2 por ciento mientras que el importado avanzó 4.3 por ciento.

Al respecto, la directora de Análisis Económico de Banco Base, Gabriela Siller, alertó las consecuencias que representan los datos negativos que registra la inversión privada en México.

“No se está invirtiendo lo suficiente en México, en parte por incertidumbre; el deterioro en la inversión se suma al mal desempeño en el consumo privado; con eso es probable que la economía mexicana caiga en recesión en los siguientes meses”, alertó la especialista.

Y en efecto, el INEGI también reportó que el consumo privado 0.74 por ciento mensual en octubre pasado cayó -0.5 por ciento a tasa anual, con lo que en el periodo comprendido en los primeros 10 meses del año creció apenas 3.25 por ciento, el menor avance desde 2020 para un periodo igual.