La cancelación total de la licitación de medicamentos (salvo los de patentes adquiridas a multinacionales) que ordenó la secretaria Raquel Buenrostro es el resultado de 6 años de reformas fallidas, intentos de consolidación y experimentos logísticos; bajo el señalamiento de que se trató del combate a la corrupción -esa que ya no existe- el país regresa silenciosamente a las viejas prácticas de compras regionales fragmentadas, discrecionales a precios exorbitantes.

Este retroceso no es producto del azar ni de la urgencia. Es resultado de un sabotaje institucional cuidadosamente orquestado durante más de un año y que algunos personajes, como el director administrativo del IMSS, Borsalino González, fue sorprendido emitiendo decenas de órdenes de reposición de productos por hasta dos años.

Y es que la licitación declarada nula por irregularidades y sobreprecios, dejó un vacío legal y operativo que fue rápidamente aprovechado: las “compras de pánico” regionales que emitió una decena de instituciones públicas iniciaron a principios de abril con el argumento de que había que “abatir el desbasto” de inmediato.

Tales compras son un “mejoralito” temporal pero reproducen el problema estructural: precios inflados, proveedores seleccionados sin transparencia, y una descentralización que permite a cada oficina operar bajo criterios laxos y sin supervisión efectiva.

Y ya sabemos que sucede: medicamentos adquiridos a dos, cinco y hasta diez veces su precio de referencia nacional, negocio redondo para quienes manejan los hilos locales del sistema.

Sabotaje anunciado: la trama detrás del fallo nacional

Ninguna transa se prepara de la noche a la mañana. Las indagaciones indican qué a inicios de 2024, altos funcionarios del IMSS y operadores dentro de la Subsecretaría de Salud -entonces a cargo de Hugo López Gatell– obstaculizaron el flujo de información hacia Birmex durante seis meses: el retraso deliberado en la entrega los estudios la demanda de medicamentos impidió consolidar una compra eficiente.

Ello arrastró a Birmex a operar con datos incompletos mientras que, al cambio de sexenio, la subsecretaría ya dirigida por Eduardo Clark realizó un diseño técnico de licitación sin respaldo ni consulta con expertos. Las evaluaciones técnicas fueron encabezadas por funcionarios sin experiencia en salud, más preocupados por cumplir cuotas políticas que asegurar el abasto. Soberbia e interés puro.

El proceso estaba destinado al fracaso desde su origen.

¿Torpeza o plan con maña?

La hipótesis de una torpeza administrativa que hizo naufragar la compra más importante del nuevo sexenio no es suficiente. Los hechos apuntan a una estrategia deliberada: provocar la anulación de la compra nacional para reactivar el esquema de compras regionales, donde las redes de complicidad operan con mayor libertad. Los beneficiarios son los mismos actores que en el pasado controlaban la distribución, los PACs, y las adjudicaciones por excepción.

Vaya, antes de la anulación, era secreto a voces que había órdenes de reposición a manos llenas. Fueron ignoradas las alertas que Buenrostro emitió desde noviembre 2024. Y en el caos, quienes realmente se beneficiaron no han sido sancionados ni señalados. Al contrario: algunos ya preparan la reactivación de contratos y prácticas que se prometió suprimir.

Basta con mirar los nombres de los despedidos de Birmex, y en uno en particular. Sabemos que se despacharon al Tovarich Iván Olmos como director general; que a Emma Luz López la sacaron de administración y finanzas casi a rastras,  a Carla Anaya Guendulain del área de logística… y nada menos que a Fabián López Xochipa, encargado del área de planeación, siendo nada mas ni nada mas quien disponía quienes podían y quienes no participar en la licitación cancelada; entre los proveedores se comenta que López Xochipa pedía “algún cariño” cercano al 1% solo para obtener su visto bueno.

Y no pasaría de ser una oscura anécdota si no fuera por que López Xochipa trabajó el sexenio pasado en la Agencia de Innovación Digital CDMX que empezó a ser dirigida en 2023 por el hoy subsecretario Clark, al sustituir a José Peña Merino de ese cargo.

Menchaca impulsa inversión en Hidalgo

El Estado de Hidalgo se ha convertido en un centro de atracción de inversiones industriales y servicios, cuyo impulso es apoyado y reconocido por el gobierno de Julio Menchaca. A diferencia de otros mandatarios estatales, durante los 3 primeros del mandato de Menchaca se registran anuncios de inversión por 100 mil millones de pesos (que supera al gobierno de Omar Fayad) por el arribo y expansión de firmas como Mercado Libre, JAC Motors, WEG y Laboratorios Carnot.

Siendo un hecho que la mejor política social es el empleo, Hidalgo registró 283 mil 70 plazas formales ante el (IMSS), cifra histórica de acuerdo al secretario de desarrollo económico de la entidad, Carlos Henkel, y así reducir en casi 10 puntos porcentuales los niveles de pobreza.

Y como el desarrollo requiere infraestructura, Menchaca prioriza la obra pública aplicando 11 mil 700 millones de pesos en mil 282 obras: desde caminos y puentes hasta espacios educativos, remodelación de escuelas y creación de parques industriales. Y para este año se proyecta invertir 4 mil millones de pesos en infraestructura prioritaria.

Así se edifica el futuro.

Armenta, podría donar un cachito si quisiera

En la otra esquina está el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, quién podría entrarle a una “vaquita” para construir casas para los policías de la entidad y no sólo hacerle “manita de puerco expiatorio” al Grupo Proyecta, es decir a los hermanos Alejandro, Rafael y Gabriel Posadas Cueto y su socio mayoritario Grupo México de Germán Larrea y quienes urbanizaron y lanzaron la nueva Angelópolis y City Lomas.

Vaya, Armenta posee diversas propiedades en las que destaca un rancho de 82 hectáreas en Acutzingo de donde saltó de barbacoyero a presidente municipal por el PRI, a legislador e integrante del gabinete del “gober precioso” Mario Marín y a la campaña de Enrique Peña.

Y es que sí el ahora morenista se le sentenció expropiación a Proyecta por no querer donar dos hectáreas, el gober bien podría “mocharse” con una fracción de sus propiedades para lograr tan loable y socialista objetivo y no solo hacer “la reforma agraria en los bueyes de mi compadre”.

Esta columna, ya en el estribo con todo y columnista, prepara sus atavíos de Semana Santa a partir del miércoles y amenaza resucitar el lunes de Pascua.  

@mfloresarellano

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