Por el lado que se vea, la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a su homólogo Donald Trump, con  el propósito de celebrar la entrada en vigor del Tratado comercial entre México, Canadá y Estados Unidos, es a todas luces un beneficio electoral para el mandatario norteamericano, en vísperas a las elecciones que se llevarán a cabo el 3 de noviembre entrante.

El primer viaje al extranjero de AMLO a territorio americano estuvo lleno de simbolismos. Los dos  mandatarios reiteraron su respeto mutuo y en sus discursos se demostró que en efecto, entre ambos personajes, existe una cercanía que les permite trabajar en concordancia.

La visita del presidente López Obrador a  lugares emblemáticos, así como la alocución que hizo de Abraham Lincoln y Teodoro Roosevelt por parte de los Estados Unidos y de Benito Juárez y Lázaro Cárdenas, por parte de nuestro país, le valieron el reconocimiento generalizado.

Mientras eso sucedía, el hábil magnate norteamericano hacía suyo el discurso de AMLO, para ocuparlo como un arma de campaña, para atraer votantes que le permitan su reelección por cuatro años más al frente del país más poderoso del mundo.

Sabe que el acercamiento con la comunidad hispana puede darle los votos suficientes para ganar de nuevo y la empatía que muestra con el presidente de México, es el mejor mensaje de que esa población le interesa.

Todo esto en el momento en que su rival, el demócrata Joe Biden lleva una ventaja que puede terminar con el sueño de Trump de reelegirse. En todos lados se sabe que el magnate sólo piensa en la reelección.

La visita de Andrés Manuel López Obrador ha sido el detonante para que el Partido Demócrata ejerza una crítica excesiva al mandatario norteamericano. En ella, coinciden los expertos, en que todo es un escenario preparado por Trump para beneficiarse del carisma del jefe del ejecutivo mexicano.

“Es conveniente para nuestro pueblo poder afianzar la relación económica comercial”, señaló el presidente a pesar de la fuerte presión de algunos sectores de la sociedad para que no realizara la gira. El argumento era claro: Trump utilizará a López Obrador para ganar las elecciones. El mismo concepto que tienen los demócratas en Estados Unidos.