Mick Jagger o Michael Philip Jagger nació en Kent el 26 de julio de 1943. El cantante británico no solo ha visto nacer y crecer el rock, él es la esencia universal del rock. Su sombra en el iluminado escenario remite a la juventud eterna de un siglo, que se columpia entre dos milenios. Su satánica majestad ha cumplido 77 años este 2020 en un mundo frágil y confundido.
Testigo del surgimiento, auge y caída de decenas de bandas de rock, nuevas olas, modas, fusiones y tendencias musicales, Mick Jagger también ha mantenido una relación estrecha y peculiar con el fútbol y su progreso.
La piedra rodante ha participado como espectador y animador de casi todos los mundiales, exceptuando las ediciones de Uruguay 1930, Italia 1934 y Francia 1938, cuando él todavía no nacía.
El juglar ha recorrido en paralelo la historia del rock –esa nueva música clásica-, y del fútbol, el deporte más popular del planeta; pertenece al selecto grupo de personajes que han visto la mayoría de los mundiales y sus episodios más significativos en vivo y directo. Como Eduardo Galeano que se desconectaba del mundo cada cuatro años con la nevera llena para ver los mundiales, Jagger desde el mundial de Brasil 1950 ha sido protagonista del graderío.
Jagger forma parte de la lista de grandes rockeros hinchas del Arsenal de Inglaterra, junto con Roger Waters, David Gilmour y Roger Daltrey (vocalista de The Who). A pesar de la rivalidad política tras la Guerra de las Malvinas entre Inglaterra y Argentina, que se extendió al futbol con marcador a favor de los pamperos y dos picardías de Diego Armando Maradona en México 86, los argentinos han sido seguidores que combinan fútbol y Rolling Stones como religión; gracias a Guillermo Coppola, representante del astro del futbol, Maradona y Jagger se conocieron para convivir charlando sobre sueños cumplidos en canchas y escenarios monumentales.
Pero la relación de Jagger con el fútbol no ha sido la más favorable cuando juega la Selección de Inglaterra o el equipo que haya escogido como favorito, por el contrario la presencia del músico en el estadio ha significado la de un falso amuleto, ave de mal agüero o un triste dios de la mala suerte. Se ha dicho que 12 partidos donde Jagger estuvo presente su equipo favorito perdió, lo que demuestra la llamada “maldición de Mick Jagger”.
En Francia de 1998 cuando Inglaterra se enfrentó a Argentina en los octavos de final, en ese entonces, Jagger expresó su total apoyo a su selección, pero al final perdió 3-4 en tiros penales. En Corea-Japón 2002, nuevamente apoyo con orgullo la camiseta de su querida Inglaterra y el equipo fue eliminado por Brasil en los cuartos de final con un marcador 2-1. En el mundial de Alemania 2006 ocurrió lo mismo en el juego de Inglaterra contra Portugal, en donde su equipo favorito perdió 3-1.
La superstición volvió a presentarse en Sudáfrica 2010. Desde que el cantante fue visto en las tribunas del estadio desató una ola de especulaciones en redes sociales que finalmente fueron confirmadas cuando Inglaterra perdió 4-1 contra Alemania y fue eliminada de los octavos de final. Tras la eliminación de su país, el músico acudió ver el partido de Brasil contra Holanda, pero para sorpresa de muchos, el equipo americano perdió, pero coincidió en que en aquel juego, Mick Jagger estuvo en las tribunas y su hijo portaba la playera brasileña. Desde ese momento se advirtió que la “maldición” no se limitaba a la selección inglesa.
En Brasil 2014, Mick Jagger dijo que quería ver como campeón a Italia, Portugal o Brasil, pero ninguno llegó a la final, incluso, el equipo local tuvo una histórica y bochornosa derrota al perder 7-1 con Alemania. Así, se edificó la frase “En casi cada partido que Jagger asiste, su equipo pierde…”
Parecería que la mejor relación de Jagger con los estadios de fútbol es cuando irrumpe con The Rolling Stones en su interminable gira, cuando los bajos suenan de portería a portería abarrotadas por decenas de miles de hinchas de su legado musical, que corean Píntalo de Negro o Jack el Saltarín…
En una entrevista realizada durante el Mundial de Sudáfrica le preguntaron: “¿De dónde le viene su afición al fútbol? ¿Era usted futbolista en la escuela?” Jagger contestó:
“Era un inútil. Fui a una escuela en la que solo se jugaba al rugby; el fútbol se miraba un poco por encima del hombro; pero de todas formas sí jugábamos los fines de semana. No nos lo tomábamos muy en serio, pero siempre nos gustó el fútbol, y mi familia siempre ha sido una gran seguidora del Arsenal. Yo soy hincha del Arsenal; mi hijo mayor va a verlo todas las semanas; pero yo no voy todas las semanas. Venimos de una familia de hinchas acérrimos…”
Finalmente, Jagger develó -sin proponérselo- que las eliminaciones mundialistas de Inglaterra han sido por su escaso futbol y no por su presencia en la cancha:
“Inglaterra siempre se auto conceptúa como una gran potencia futbolística. Esa es la expectativa, al menos. No es como los Estados Unidos, que piensa: ‘Bueno, estamos contentos de estar aquí’. Mientras que con Inglaterra el deseo es que llegue al menos hasta semifinales, sabes qué esperas eso. Y cuando no llegan a la altura de esa expectativa… Cuanta más alta sea la expectativa, más grande es la decepción, obviamente. A riesgo de sonar como el experto que todos llevamos dentro, debo decir que no jugaron realmente bien. En este torneo solo marcaron tres goles. No se puede ganar muchas cosas si solo marcas tres goles…” Sentenció el legendario músico futbolero.