Por Joel Hernández
Julio 1986.
Dormía con un radio pequeño al lado de mi. Durante las noches me dedicaba a escuchar a WFM, Radio Capital, La Pantera o Stereo 100. Entonces sucedió: Un riff, raro, de esos que te hacen moverte, como cuando estás en el mar y sientes que te arrastra una ola, simplemente no lo puedes contener. El riff se arrastra, entra la batería a medio tiempo, entra el sintetizador, todo comienza a tener sentido y de repente llevas 30 espectaculares segundos cuando la voz irrumpe y dice: “Comunicación sin emoción, una voz en off con expresión deforme…”
Si, todo cambio.
El tipo de la voz clara se llama Gustavo Adrián Cerati, originario del Barrio de Barracas en Buenos Aires, Argentina.
Gustavo Cerati, formó la banda Soda Stereo, junto con Charly Alberti y Zeta Bosio. Debe de ser la más importante que ha dado el continente americano de habla hispana: Llenó todo, absolutamente todos los lugares donde se presentaron.
No existe un personaje en la música que se haya “fusilado” más riffs para sus canciones que Gustavo, le valió madre.
“¿Banda con muy buen intro? Me lo chingo y hacemos Un misil en mi placard versión unplugged”
“¿Banda con buena base?, Me la chingo y hacemos Zoom”
“¿Banda con cuerdas? Me la chingo y hago Rio Babel”
Ojo, todas estas canciones me encantan, incluso puedo decir que definen a varias generaciones, y además no sólo eso, Gustavo hizo que las canciones fueran nuestras.
Gustavo tuvo el gran valor de ofrecernos enormes letras, donde nos compartió parte de su vida, parte de su corazón, de sus frustraciones y tristezas.
Nos dio frases como:
“Las luces me queman las manos
Con la depresión
Nadie puede detenerse
Soy una mueca absurda
Fingiendo diversión Deseándote”
“Divina obscenidad
Dar el máximo de piel
Sin librarte de mi…. Amo dejarte así”
Gustavo se nos metió hasta la cocina, nos dio de todo, un té para una familia, nos llevó al sexo desenfrenado, creer en hacer posible lo imposible, a ser criminales por celos… ¡A dar una vuelta por el Universo!
Es probable que Buenos Aires haya dado al mejor letrista del rock del continente.
Gustavo se convierte en leyenda el cuatro de septiembre del 2014, después de pasar 4 años en coma. Su música nos acompaña, sus emociones seguimos transmitiéndolas a la gente que queremos, porque no hay forma de desearle mal a alguien con una canción de Cerati.
Gustavo, ojalá seas la nube más brillante en donde quiera que estés.