Red de corresponsales
Deportistas y funcionarios de los Juegos Olímpicos estarán sujetos a una serie de sanciones si infringen los protocolos implementados por el virus durante el certamen en Tokio.
Eso se lee en la versión más reciente y final, publicada el martes, de las pautas, o “playbooks”, para deportistas y funcionarios, un conjunto de directrices preparadas por el Comité Organizador de Tokio, el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Paralímpico Internacional (CPI).
Un incumplimiento de los protocolos, como negarse a la realización de pruebas o violar intencionalmente las medidas de distanciamiento social, podría resultar en medidas disciplinarias impuestas por las autoridades japonesas, el COI, el IPC y otras organizaciones, se lee. Los deportistas enfrentan una serie de sanciones, desde advertencias hasta multas y descalificación.
“Estoy seguro de que la gran mayoría respetará las normas por muy buenas razones”, dijo el director ejecutivo del COI, Christophe Dubi, en una conferencia de prensa. “Todos comprenden la importancia para ellos como participantes, pero también para la gente en Japón”.
Las pautas actualizadas envían un mensaje fundamental ya que los japoneses, la mayoría de los cuales aún debe vacunarse, siguen nerviosos por la infección, incluso cuando la vacunación comienza a acelerarse. No poder celebrar con éxito el mayor evento deportivo del mundo durante la pandemia significaría un fuerte contratiempo para el primer ministro Yoshihide Suga antes de las elecciones nacionales de otoño.
Los legisladores japoneses debatieron la semana pasada si los Juegos debieran mantenerse en pie mientras las ciudades más grandes, desde Tokio hasta Osaka, permanecen en estado de emergencia. Incluso las encuestas de opinión más favorables muestran que la ciudadanía está dividida en torno a la celebración del evento.
En la versión de abril de las pautas, los organizadores dijeron que los participantes deberán someterse a dos pruebas de covid-19 antes de viajar a Japón y permanecer en cuarentena durante tres días a su llegada. Sin embargo, aún no se deciden factores clave, como cuántos espectadores locales podrán ingresar, si es que se permite su asistencia.