Redacción

El icónico galán del cine mexicano nunca contrajo nupcias a pesar de ganarse el corazón de más de una mujer dentro y fuera de los sets de grabación.

Mauricio Garcés, es recordado como el galán de toda una época en el cine mexicano, pues enamoró a más de una dentro y fuera del set, sin embargo el protagonista de Modisto de Señoras terminó sus días como uno de los solteros más codiciados de México.

Durante su trayectoria acuñó frases que se quedaron guardadas dentro de la memoria de un sector de la sociedad del país, como es el ejemplo: “¡Las traigo muertas!”, “¡Arroz!” y “Debe ser horrible tenerme y después perderme”.

En sus interpretaciones portó una imagen de seductor y conquistador de mujeres, aunque en persona era una persona tímida, según sus allegados, si estaba cerca de una mujer él no contaba con la demasiada seguridad, puesto que se consideraba un hombre sin gracia.

Garcés, declaró que en muchas ocasiones, dentro y fuera de la pantalla, encarnó a un galán que sobrevivió al acoso femenino. “¡Las traigo muertas!”, era una de sus recurrentes frases cuando una mujer estaba dispuesta a pasar una noche con él.

Sin embargo, fue hasta que grabó Don Juan 67, en el se que consolidó como galán, al interpretar el papel de un millonario. Dicha película fue dirigida por Carlos Velo, y producida por Angélica Ortiz, madre de Angélica María.

A pesar de ser visto como el arquetipo como del conquistador, Garcés nunca se casó. Durante una entrevista le cuestionaron por que nunca concibió nupcias a lo que él respondió que ya sabía todo sobre las mujeres.

“Mauricio, tú que sabes tanto de mujeres ¿por qué no te has casado nunca?”, lo cuestionaron. Garcés respondió: “Precisamente por eso, porque sé demasiado”, afirmó el actor.

Mauricio Férez Yázbek, nacido en Tampico pero de origen libanés, fue un actor que tuvo popularidad por su representación satírica del galán seductor maduro de la alta sociedad, Garcés no buscaba ser un galán como Pedro Infante, Julio Alemán u otros actores, él solamente hacía comedia del rol del galán de cine.

Durante la infancia de Garcés en la Ciudad de México, su familia conoció y fue vecina del actor y empresario Antonio Badú quien también tenía raíces libanesas y en el futuro sería el padrino artístico de Infante, tanto Mauricio como Badú fueron amigos desde esa época del futuro periodista Jacobo Zabludovsky.

Su incursión en el cine mexicano empezó a los 24 años gracias a su tío fotógrafo Tufic Yazbek quien le dio la oportunidad de tener un papel en la película La muerte enamorada en 1950. Mauricio tomó el apellido Garcés del personaje que interpretó, pues según el actor, pensó que la letra “g” podría traerle buena suerte, ya que varios de los artistas que él admiraba tenían esta letra en sus nombres, tales como Clark Gable, Gary Cooper y Cary Grant.

El 27 de febrero de 1989, el actor Mauricio Garcés fue encontrado muerto en la recámara de su departamento ubicado en la Ciudad de México.

Muchas coberturas respecto a la muerte del icónico galán recalcaron que antes de su deceso tenía muchos problemas para comunicarse, pues su garganta y pulmones estaban muy dañados debido a que fumaba de manera considerable. Entonces, se puede afirmar que el hombre que, además de su aspecto, cautivó a decenas de damas con su labia, dejó este mundo casi en silencio.

Dos años antes de fallecer, Mauricio tuvo la oportunidad de despedirse de muchos de sus amigos en una fiesta en la que reconocieron su talento actoral.