Redacción

Ante el bajo ritmo de vacunación y la cuestionable estrategia económica del presidente Andrés Manuel López Obrador, reapareció la desconfianza en el sector privado respecto al ambiente de negocios en México, pues durante junio de este año la Inversión Fija Bruta (IFB), registró una caída mensual de 1.8 por ciento, con lo que el indicador se colocó en 92 puntos, muy por debajo del 112.2 alcanzado en julio de 2018, en el marco de las elecciones presidenciales de aquél entonces.

De esta manera, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), resulta que la inversión privada se mantiene débil, pues todavía ni siquiera se alcanzan los niveles reportados previos al brote de la pandemia del COVID19.

Al respecto, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, afirmó que el débil comportamiento que reporta la inversión privada no debe ser tomada a la ligera, pues recordó que se trata de un indicador que tiene repercusión a mediano y largo plazo y tiene un impacto directo sobre la economía y el empleo.

“18.01 por ciento es el rezago que tiene la inversión fija bruta de México, respecto a su nivel máximo alcanzado (2018). Preocupante que uno de los principales determinantes del crecimiento económico de largo plazo retroceda en lugar de seguir recuperándose”, alertó la especialista.

Por medio de un reporte, el INEGI explicó que la caída mensual de 1.8 por ciento que reportó la IFB durante junio pasado fue resultado del comportamiento negativo que mostraron sus dos principales componentes: Mientras los gastos efectuados en construcción descendieron 2.9 por ciento, en maquinaria y Equipo total se redujeron 0.4 por ciento en el sexto mes del presente año, según datos ajustados por estacionalidad.

En su comparación anual, la Inversión Fija Bruta aumentó 16.9 por ciento en términos reales en el mes en cuestión.  a su interior, los gastos en maquinaria y equipo total crecieron 24.5 y en construcción aumentaron 12.2 por ciento con relación a los de igual mes de 2020, con series desestacionalizadas.

Cabe mencionar que, de acuerdo a datos originales (sin estacionalizar), resulta que la IFB registró un incremento atípico de 17.1 por ciento a tasa anual, debido a la baja base de comparación del mismo mes del año 2020, cuando se aplicó la suspensión de actividades económicas por el COVID19.

En términos acumulados, resultó que en el primer semestre de este año, la inversión privada creció 11.1 por ciento a tasa anual.