Con motivo de los resultados en las elecciones pasadas, Dante Delgado, “dueño” de Movimiento Ciudadano, presumía que su partido, a pesar de contar con escasos 23 escaños en la cámara de diputados, sería el “fiel de la balanza”. Poco tiempo pasaría en que la cruda realidad destruyera sus sueños y posibilidades de chantaje.
El pasado 9 de septiembre, era aprobada por los diputados la “Ley Orgánica de la Armada de México” con 338 votos a favor. Esta cantidad de votos, (ligeramente superior a la necesaria para realizar reformas constitucionales, que es de 333) sentaba un precedente para todos: el PRI votaría sucesivamente en libertad.
Hay que recordar, el PAN cuenta con 114 escaños, su rémora, el PRD, tiene 15, que sumados a MC sólo llegarán a 152 votos potenciales.
Morena y sus aliados, incluyendo al PRI, cuentan 348 (más de dos terceras partes).
Para quienes han tenido la oportunidad de leer la declaración de principios del PRI, podrán concluir que su proyecto programático es justo y sensible a las necesidades de nuestra ciudadanía. Sin embargo, sus gobiernos ignoraron la propuesta documental, permitiendo y alentando la corrupción y el saqueo, pasando por alto, también, su compromiso político como miembro pleno de la Internacional Socialista.
Es a partir de esta legislatura, que el Revolucionario Institucional, tendrá el espacio y coyuntura para unir sus esfuerzos con aquellos partidos que luchen en contra de la desigualdad y la injusticia.
Para muchos, me incluyo, resultaba un exceso electoral pragmático, su unión temporal con Acción Nacional, qué desde su fundación, tuvo como misión primaria, boicotear todas aquellas acciones que favorecieran a la población en su conjunto, beneficiando sólo, a sus reyes y señores. La invitación a la corrupta OEA y al dirigente de VOX, para que intervinieran en la política interna de nuestro estado, ratifica su propuesta entreguista y les desnuda ante los ojos de todos los mexicanos.