• En una nueva revisión de la comisión, con datos todavía del 2020, México se sitúa como el país más pobre de la región apenas detrás de Venezuela.

Red de corresponsales

México es actualmente el segundo país con mayor nivel de pobreza de América Latina, según actualizó sus datos la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). No obstante, hay algunas variantes que podrían influenciar el dato, por ejemplo, que la medición de la pobreza en el territorio mexicano no ha sido actualizada, es decir, la comparación está hecha con datos del 2020.

No obstante, es bien sabido que la pandemia del COVID-19 afectó drásticamente a la población mexicana, sobretodo de manera económica y laboral. El pasado mes de agosto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reveló que México añadió 3.8 millones de nuevos pobres en 2020 debido a la crisis derivada de la pandemia, elevando la cifra a 55.7 millones frente a los 51.9 millones de 2018.El porcentaje de población en situación de pobreza creció a 43.9% en 2020 frente a la proporción de 41.9% de 2018, en la última medición del Coneval, organismo encargado de los datos oficiales de pobreza en México. 

El país también agregó 2.1 millones de personas en pobreza extrema para un total de 10.8 millones. Esto representa una proporción del 8.5% de la población y un aumento de 1.5 puntos porcentuales frente a 2018, cuando había 8.7 millones de mexicanos en esta situación.

En febrero de este año el Coneval estimó un aumento de entre 8,9 y 9,8 millones de mexicanos con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos por la crisis de COVID-19.

Según el informe reciente de la Cepal en el último año la tasa de pobreza extrema habría alcanzado el 12,5% y la de pobreza el 33,7% en promedio en toda la región. Según el organismo, las transferencias económicas hechas por distintos gobiernos durante el peor momento de la pandemia evitaron que esos índices sean incluso peores.

“Otros países de la región experimentaron tendencias de fuerte aumento como consecuencia de la pandemia, pero ese efecto podría verse estabilizado por las menores restricciones de la pandemia”, indica el informe. “Las transferencias de emergencia a los sectores más vulnerables permitieron atenuar el alza de la pobreza en la región en 2020 (pasó de 189 millones en 2019 a 209 millones pudiendo haber sido de 230 millones; en el caso de la pobreza extrema pasó de 70 millones en 2019 a 78 millones, pudiendo haber sido 98 millones)”.

Asimismo, la Cepal indicó que dichas transferencias “beneficiaron a 326 millones de personas, el 49,4% de la población. Sin embargo, la desigualdad en la distribución del ingreso aumentó (2,9% del índice de Gini). En tanto, la inseguridad alimentaria moderada o grave alcanzó a 40,4% de la población en 2020, 6,5 puntos porcentuales más que en 2019. Esto significa que hubo 44 millones de personas más en inseguridad alimentaria moderada o grave en la región y 21 millones pasaron a sufrir inseguridad alimentaria grave”.

El organismo que dirige Alicia Bárcena repasó cuáles fueron las políticas que llevaron adelante algunos de los países de la región para mitigar el impacto de la pandemia.

Las proyecciones del organismo que depende de Naciones Unidas mostraron que “si los gobiernos discontinúan las transferencias de emergencia implementadas en 2020, los recursos disponibles para los hogares provendrían principalmente de los ingresos laborales, fuertemente golpeados ese año, y los programas continuos de protección social, implementados previamente”.

Por esa razón, los ingresos de las familias serán insuficientes “para contrarrestar la pérdida de ingresos derivada de una descontinuación de los programas de ayuda de emergencia”. En ese escenario, la pobreza extrema podría alcanzar un 14,8% (2,3 puntos porcentuales más que en 2020) y la pobreza ascendería al 35,2% (1,5 puntos porcentuales más que en 2020), proyectó Cepal.

Pocos países realizaron una actualización oficial de sus números de pobreza en lo que va del año. La mayoría de los países de la región todavía cuentan con datos de 2020. Eso sí, cabe aclarar que cada país tiene su propia metodología de medición de la pobreza, por lo que no es posible hacer una comparación lineal entre las estadísticas oficiales de cada caso.