- En 2011, CDMX encabezó la lista de incidencia delictiva, diez años después, Tijuana, Baja California, ocupa el primer lugar en homicidios
Redacción
En la última década, el crimen organizado ha ganado terreno a los gobiernos estatales y municipales, permeando en las corporaciones policiacas y causando temor entre la población para hacerse de espacios públicos a través de actos cada vez más violentos para lograr su objetivo, afirmó el presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP), Raúl Sapién Santos.
“El crimen le ganó, desafortunadamente, a los gobiernos estatales y municipales, además de la falta de capacidad en los protocolos de capacitación de las policías estatales, no digamos, la falta de capacitación y de recursos hacia las policías municipales”, señaló.
El especialista subrayó que la infiltración de grupos del crimen organizado en las policías municipales trajo como consecuencia que tuvieran que pedir apoyo de la Federación para rescatar lugares que “prácticamente se estaban incendiando.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2011 la Ciudad de México encabezó la lista de incidencia delictiva por entidad con 40 mil, 790 casos por cada 100 mil habitantes, seguido del Estado de México con 40 mil 416; y Sonora con 39 mil 029.
Diez años después, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reveló que en agosto pasado, Tijuana, Baja California, encabezó la lista de homicidios dolosos con 146, seguido de Ciudad Juárez, Chihuahua, con 96; y Cajeme, Sonora, con 54. En cuarto sitio se ubicaron León y Celaya, Guanajuato, con 53 y 38 respectivamente.
10 años de ejecuciones
Sapién Santos recordó que en la última década vivimos aterrados con ejecuciones a plena luz del día en las principales zonas de Acapulco, Guerrero, incluida la costera Miguel Alemán, lo que paralizó el desarrollo económico y turístico del municipio.
“Eso levantó aún más la percepción de la falta de seguridad no solamente al interior de nuestro país con el turismo nacional, sino que trajo un efecto negativo de apreciación de inseguridad al turismo internacional, donde incluso Acapulco era considerado como uno de los sitios turísticos con el mayor número de homicidios”, precisó.
A ese panorama de inseguridad, abundó el experto, en años recientes se agregaron delitos como narcomenudeo, extorsiones y cobro de piso en Acapulco, así como en zonas turísticas de Jalisco y Quintana Roo, entre otras ciudades.
Tras indicar que el país está militarizado desde administraciones pasadas, comentó que aún asusta la presencia del Ejército en zonas como Acapulco, Guerrero; Puerto Vallarta, Jalisco; y Cancún, Quintana Roo.
Falta de continuidad
Sobre la estrategia para combatir la violencia en los municipios del país, Sapién Santos indicó que el problema es la falta de continuidad, ya que siempre “se borra todo lo bueno y todo lo malo”.
Enfatizó que las alcaldías deben ejercer verdaderamente actividades de seguridad pública, la cual en muchos casos ha resultado una moneda de cambio en la que se ponen a personas de personas no capacitadas y que responden al pago de favores.
“La seguridad pública emana del municipio; si los municipios son seguros, inmediatamente va a haber una permeabilidad de seguridad a nivel estatal. No se puede dejar toda la responsabilidad nada más en manos de la Federación”, argumentó.
Sapién Santos, agregó que en los últimos años, la extorsión es un delito que lamentablemente se está incrementando y que presenta la mayor cifra negra de no denuncia; la gente no tiene la cultura ni la confianza para poder denunciar, porque no sabe si no se tendrá una consecuencia en su patrimonio o en su persona.