• Uno de los recuerdos más amargos de la Selección Mexicana fue no haber clasificado a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008: el Pentapichichi, quien se encontraba al frente del proyecto en aquel entonces, se dijo arrepentido de haber tomado las riendas del combinado nacional

Red de corresponsales

A lo largo de la historia de la Selección Mexicana, diversos personajes han desfilado por el banquillo. Algunas eras son recordadas por la gloria de haber conquistado títulos y clasificaciones. No obstante, otras como la de Hugo Sánchez quedaron en el recuerdo de la afición al balompié nacional por el fracaso que consolidaron en los torneos que disputaron. A 14 años de haber dirigido al Tricolor, el Pentapichichi se dijo arrepentido de haber sido seleccionador nacional.

“Me voy a arrepentir toda mi vida de haber firmado el contrato con la Selección Mexicana como director técnico de tres selecciones: la mayor, la preolímpica y la panamericana”, mencionó en una entrevista con el medio Marca.

Con el antecedente de haber conseguido el bicampeonato con los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Hugo se perfiló como el principal candidato para dirigir a la Selección Mexicana en el ciclo olímpico rumbo a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. No obstante, al aceptar tomar las riendas, también se comprometió a hacerlo con tres equipos que luchaban por diferentes objetivos.

En el auge de su carrera como entrenador, la invitación para dirigir al combinado nacional generó ilusión en él. No obstante, de acuerdo con sus declaraciones, un sector del cual no brindó mayor referencia le dio la espalda tiempo después de haber tomado el control del equipo.

“Dirigir tres selecciones a la vez es un suicidio y tristemente yo, con tanta ilusión que tenía de dirigir a la Selección Mexicana, acepté. Sentía que tenía un grupo que me respaldaría, pero una cosa es el grupo que te apoya a ti y otra cosa es el grupo externo. Ese grupo son nuestros queridos directivos”, confesó.

La carga de trabajo bajo la que fue sometido se notó en el rendimiento de los cuadros. Una de sus consignas principales fue la de clasificar a la Justa Olímpica de 2008. En su camino empató a un gol con Canadá y perdió contra Guatemala con marcador de dos a uno. No obstante, se quedó con el tercer puesto al no poder superar ganar por más de cinco goles a Haití, pues concretó la pizarra de 5-1 en un episodio recordado por la presencia del único haitiano en el área.

A su juicio, los directivos querían acabar con su gestión y encontraron el pretexto perfecto durante el torneo preolímpico. “Yo no soy extranjero, no soy argentino, no soy escocés, no soy de otra nacionalidad como para que se me dé más apoyo. Soy mexicano y no se me ha dado el apoyo para dirigir en un Mundial y eso, por supuesto, que no se los voy a perdonar nunca”.

Meses antes, con la Selección absoluta, el panorama no lució tan diferente. A pesar de haber llegado hasta la final de la Copa Oro en 2007, la reducida calidad de juego lo hizo caer contra Estados Unidos. No obstante, también consiguió el tercer lugar durante la Copa América realizada el mismo año con sede en Venezuela.

A pesar de haber salvado su gestión con aquel segundo y tercer lugar, aseguró que haber estampado su firma en el contrato “es de lo que me arrepiento toda mi vida. Todo lo que hice como jugador, persona, todo lo que hago como hijo, hermano, novio, esposo y todo, no me arrepiento de nada. La única cosa que me arrepiento es haber firmado ese maldito contrato”, aseguró.