• El Gobierno del Estado y la directiva rojinegra acuerdan las medidas sanitarias a seguirse durante el encuentro

Red de corresponsales

El ambiente de paz y las medidas preventivas contra el COVID-19 deberán acompañar al espectáculo deportivo el próximo domingo, cuando Atlas y León se enfrenten en el Estadio Jalisco, que tendrá un aforo del 90% autorizado por el gobernador de Jalisco, para definir al nuevo monarca del futbol mexicano.

Después de que el cubrebocas brillara por su ausencia en el partido de semifinales entre Atlas y Pumas el pasado domingo, el Gobierno del Estado y la directiva rojinegra acordaron que será más que necesario implementar esta medida de protección para la Final de Vuelta en el coloso de la Calzada Independencia.

Según la Liga MX, la capacidad del Estadio Jalisco es de 55 mil 020 personas, por lo que el 90% del aforo  permitido sería de aproximadamente 49 mil 500 aficionados.

Previo a la Gran Final por el título de la Liga MX, el Gobierno de Jalisco y la directiva de los rojinegros sostuvieron esta reunión previa para exhortar a los aficionados a mantener el orden durante el partido del domingo, pero sobre todo a hacer uso de gel antibacterial y del cubrebocas en todo momento para evitar contagios masivos de COVID-19.

Asimismo, durante esta reunión el presidente del Consejo de Administración de Atlas, Alejandro Irarragorri, junto con el presidente ejecutivo del equipo, José Riestra, solicitaron a las autoridades de Jalisco que hubiese un 90% del aforo para la Final de Vuelta que se jugará en el coloso de la Calzada Independencia, petición que fue aprobada por el Gobierno del Estado.

En torno al operativo que se implementará en los alrededores del Estadio Jalisco y en los posibles festejos al interior de la Perla Tapatía, las autoridades señalaron que han estado en constante comunicación para que en los próximos días sean definidos cada uno de los detalles de cara a la fiesta que definirá al nuevo campeón del futbol mexicano.