El Reino Unido anunció el lunes la primera muerte confirmada por la variante ómicron, al tiempo que su población volvía al trabajo en casa  y el gobierno emprendía una carrera contrarreloj para administrar vacunas de refuerzo a todos los adultos antes de fin de año. 

“Lamentablemente el ómicron está produciendo hospitalizaciones y, lamentablemente, se ha confirmado que al menos un paciente ha muerto por esta nueva cepa del coronavirus”, dijo el primer ministro Boris Johnson al visitar uno de los centros de vacunación ante los que se formaban largas filas para recibir una tercera inyección.

Según un portavoz del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las enfermedades (ECDC) “parece ser que esta es la primera muerte confirmada de ómicron”.

“Sin embargo, muchos casos no están secuenciados genómicamente, por lo que es imposible saber si esta es la primera muerte de ómicron” ocurrida en el mundo, precisó a la AFP.

Sudáfrica, primer país que detectó e informó en noviembre de la nueva variante, que se propaga rápidamente por el planeta, no ha “anunciado oficialmente” muertes debidas a ella, según un portavoz del ministerio de Sanidad, porque las autoridades “no especifican la variante”.