Redacción

El COVID19 también infectó a la economía informal del país, pues durante el año pasado la contribución de esa actividad al Producto Interno Bruto (PIB), nacional cayó 1.2 puntos porcentuales.

Lo anterior, al bajar de 23.1 a 221.9 por ciento del año 2019 al 2020, con lo que se colocó en el menor registro reportado desde que se mide el indicador (2003).

De acuerdo con cifras preliminares, la contribución de 21.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); informal se generó por 55.6 por ciento de la población ocupada en condiciones de informalidad. Asimismo, 78.1 por ciento del PIB lo generó el sector formal con 44.4 por ciento de la población ocupada formal. Es decir, que por cada 100 pesos generados del PIB del país, 78 pesos lo generan 44 por ciento de ocupados formales, mientras que 22 pesos los generan 56 por ciento de ocupados en informalidad.

Desde el punto de vista de la ocupación, el concepto de informalidad comprende distintas modalidades que van desde el típico micronegocio urbano no registrado ante la autoridad tributaria (Sector Informal) hasta formas de trabajo utilizadas por unidades económicas formales que no les dan acceso a la seguridad social (Otras Modalidades de la Informalidad).

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), la medición considera dentro de la economía informal no solo al Sector Informal (SI) o unidades económicas constituidas por micronegocios que no cuentan con los registros legales básicos para operar, sino también por Otras Modalidades de la Informalidad (OMI), es decir, la agricultura (incluida la de subsistencia), el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como todas las variedades de trabajo que aunque ligado a unidades económicas registradas o formales, desempeñan su labor sin la debida protección legal para las relaciones laborales.

Durante 2020 y con relación a la economía informal, 11 por ciento correspondió al sector informal (aquellos negocios no registrados de los hogares dedicados a la producción de bienes o servicios) mientras que 10.9 por ciento correspondió a las OMI que refieren a todo trabajo que aún y cuándo labora para unidades económicas distintas a las de los micronegocios no registrados, no cuenta con seguridad social ni prestaciones sociales.

Las OMI incluyen al sector agropecuario, al trabajo doméstico remunerado y al empleo informal en actividades formales. En términos comparativos entre 2019 y 2020, la participación de la economía informal pasó de 23.1 a 21.9 por ciento, reflejo de los cambios en la composición del sector Informal que pasó de 11.4 a 11.0 por ciento, así como las OMI que pasaron de 11.7 a 10.9 por ciento, siendo este componente el más afectado durante 2020 por la pandemia de COVID-19.