• En 1942 el visionario del entretenimiento visitó la capital mexicana con una oscura intención

Red de corresponsales

Grandes y chicos hemos sido testigos del legado que Walt Disney dejó para el mundo; el millonario se dedicó a construir a lo largo de su vida uno de los imperios de entretenimiento más grandes de la industria. Sin embargo, el reconocido empresario procuraba mantener en un perfil bajo su faceta como político y agente activo del gobierno estadounidense.

Distintas fuentes han señalado a lo largo del tiempo que Walt Disney fungió como un miembro activo del FBI desde 1940 hasta el año de su fallecimiento en 1966. Se cuenta que el cineasta comprendía y defendía los valores patrióticos norteamericanos, factor que también plasmó en sus animaciones.

En 1942 el famoso visionario visitó la Ciudad de México pero no precisamente para probar los tacos o atender algún asunto relacionado a su imperio; Walt Disney tenía una misión muy específica que el entonces presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosvelt, le había encomendado.

En una gira por el continente americano, el creador de ‘Mickey Mouse’ se reuniría con importantes personalidades de la esfera político – social de cada país para convencerlos de apoyar a su país de origen en la Segunda Guerra Mundial.

En México, Walt Disney visitó la Basílica de Guadalupe y se reunió con personajes como Diego Rivera y Dolores del Río. En el ámbito político, el empresario fue recibido por el ex presidente Manuel Ávila Camacho quien en 1943 lo galardonó con la Orden del Águila Azteca, la cual es la máxima distinción que el gobierno mexicano puede otorgar a un extranjero.

De acuerdo a Walt Disney Family Museum la visita del visionario a territorio mexicano se convirtió rápidamente en un viaje creativo, pues la cultura mexicana sirvió de inspiración para un grupo seleccionado de artistas de su compañía para desarrollar historias y obras de arte basadas en la cultura de las naciones que visitaron.

A propósito, el 21 de diciembre de 1944 el cineasta estrenó su película animada Los Tres Caballeros en la Ciudad de México, la cual fue inspirada en el material que Disney y su equipo de trabajo artístico reunieron durante sus visitas al país.

La película tenía como protagonistas al Pato Donald, al loro brasileño José Carioca y al nuevo personaje, Panchito, un gallo charro mexicano. Las aventuras de estos personajes se situaban en lugares emblemáticos de México como Veracruz, Acapulco y la misma capital.

Aunque esa pareciese la única intención de la gira de Walt Disney, diversos medios de comunicación como The New York Times, revelaron que la gira del empresario por el continente americano estaba enfocada en persuadir a los líderes de distintas naciones de apoyar a Estados Unidos en el conflicto bélico que se suscitaba en aquella época. También tenía como misión convencerlos de no venderles petróleo a los países que conformaban el bloque del Eje.

La participación de México en la Segunda Guerra Mundial consistió en apoyar a Estados Unidos con un grupo de pilotos mexicanos: el escuadrón 201, el cuál curiosamente adoptó al personaje de Walt Disney ‘Pancho Pistolas’ de Los Tres Caballeros para decorar sus aeronaves.

Después de su visita a México, el creador de ‘Mickey Mouse’ viajó también a Brasil, Argentina y Chile, donde también se reunió con los respectivos dirigentes de las naciones y fue nombrado embajador cultural de Estados Unidos.

La doble faceta de Walt Disney como cineasta y agente del gobierno de Estados Unidos le ayudaron a financiar muchos de sus proyectos cinematográficos. Por ejemplo, Bambi fue financiada gracias a las grabaciones de instrucción para militares y cintas patrióticas como El Rostro del FurerOtras películas como Cenicienta y Blanca Nieves también se filmaron cuando Disney trabajaba para el FBI.

A lo largo de su carrera, el famoso empresario también brindaba información a las autoridades estadounidenses sobre personas del medio que fueran supuestamente comunistas, logrando que el mismo gobierno interviniera en la filmación de películas y censurara guiones que no correspondieran a los valores patrióticos que la nación predicaba.