A pesar del Build Back Better del presidente estadounidense Joe Biden que impulsa la compra de vehículos eléctricos hechos en Estados Unidos con agresivos subsidios y que se llevaría a votación en el 2022, la automotriz del óvalo azul tiene hoy, tal vez, el mayor reto de su historia reciente, cuya responsabilidad recae en la planta de Ford Cuautitlán. Hagamos un ALTO EN EL CAMINO y veamos ¿por qué?


Después de 57 años en México, cuando en 1964 inició operaciones Ford Cuautitlán como fundidora de motores con un centro de ingeniería de desarrollo de producto, laboratorios centrales de control de calidad y pista de pruebas; hoy, técnicos, ingenieros y personal mexicano, deberá responder a la exitosa demanda del primer vehículo eléctrico Hecho en México para el mundo.


Se trata de Mustang Mach-E, un vehículo que a un año de su producción alcanzó la manufactura de 60 mil 988 unidades que se exportaron a Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Irlanda, República Checa, Romania, Polonia, Hungría, Grecia, Suecia, Finlandia, Portugal, Noruega, Países Bajos, Italia, Francia, España, Alemania, Dinamarca, Suiza, Bélgica y Austria.


Para producir el Mustang Mach-E, Ford Cuautitlán tuvo un proceso de renovación de aproximadamente 80 por ciento en toda su infraestructura.


“Lo más importante fue la integración de Manufactura 4.0, la cual consiste en la digitalización de procesos con sensores, sistemas de análisis de datos, uso de robots, interconectividad entre máquinas y procedimientos a lo largo de toda la cadena de producción”, señaló en su momento la armadora.


Esa planta se fue también la primera de la firma automotriz a nivel global en contar con un proceso de ensamble de baterías eléctricas de litio con celdas de pruebas electrónicas y de fugas que validan su completo sellado y funcionamiento.


“Ford Cuautitlán se convirtió en una planta completamente nueva para estar al nivel de un vehículo tan exigente como Mach-E. Hoy por hoy somos una de las instalaciones más importantes de la firma a nivel global y un referente de tecnología, calidad, optimización de procesos, sustentabilidad, inclusión y diversidad” mencionó Enrique Araiza, Director de Manufactura de Ford de México.


En tanto, Luz Elena del Castillo, recién nombrada presidenta y CEO de Ford de México, Puerto Rico, Centroamérica y el Caribe, destacó que “el éxito de Mustang Mach-E se ha dado gracias al talento que hay en Ford de México, que vino a revolucionar la industria automotriz en el país. Para formar parte de la nueva era de movilidad en el mundo, poco a poco nos estamos preparando para que el 40 ó 50 por ciento de nuestras ventas a Estados Unidos sean de modelos completamente eléctricos” .


Ambas declaraciones tomaron mayor sentido, cuando hace unos días, fue el propio CEO global de la empresa, Jim Farley, anunció “It’s hard to produce Mustang Mach-Es fast enough to meet the incredible demand, but we are sure going to try. So starting in 2022 we are increasing production and expect to reach 200,000+ units per year for North America & Europe by 2023. That’s 3x our 2021 output” .


“Es difícil producir Mustang Mach-E lo suficientemente rápido para satisfacer la increíble demanda, pero estamos seguros de que lo intentaremos. Entonces, a partir de 2022, aumentaremos la producción y esperamos alcanzar más de 200,000 unidades por año para América del Norte y Europa para 2023. Eso es 3 veces nuestra producción de 2021”.


En entrevista con Reporte 32mx, a propósito del primer aniversario de la fabricación de Mach-E, el gerente de Ford Cuautitlán, Marcos Madrid, aseguró que la mano de obra mexicana ha respondido a la altura de las circunstancias y están listos para la construcción de los vehículos que el mundo requiera.