• De acuerdo al Balance Anual de la Redim al 20 de diciembre del año pasado, había 80 mil 344 personas de cero a 17 años reportadas como desaprecias, no localizadas o localizadas, de las cuales 15 mil 818 continuaban desaparecidas.

Red de corresponsales

Adolescentes de entre 12 y 17 años, de complexión delgada, mayoritariamente estudiantes de secundaria, son parte de las características de las víctimas de desaparición en el Estado de México, entidad que concentra el 20% de los registros de desapariciones de niñas y mujeres desaparecidas en el país, donde las principales causas de desaparición son la trata de personas y el feminicidio, alertó un análisis de contexto realizado por la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) en colaboración con la Red Nacional por los Derechos de la Infancia en México (Redim).

El documento presentado es “una llamada de atención de la grave crisis de desaparición de niñas, niños y adolescentes, flagelo que no sucede únicamente en el mundo adulto”, destacó Tania Ramírez al resaltar que cada día se reportan 12 menores como desaparecidos, de los cuales uno de cada cien aparecen sin vida y 20% continúan en calidad de desaparecidos.

De acuerdo al Balance Anual de la Redim al 20 de diciembre del año pasado, había 80 mil 344 personas de cero a 17 años reportadas como desaparecidas, no localizadas o localizadas, de las cuales 15 mil 818 continuaban desaparecidas. De esta cifra 8 mil 704 son mujeres y 7 mil 082 hombres, dato que “grave que refleja la violencia de género”.

La directora ejecutiva de Redim, apuntó que las desapariciones de niñas, niños y adolescentes, y de manera particular las de niñas y adolescentes mujeres han sido “invisibilizadas” por el “adultocentrismo y el sexismo”,  casos que son aumentan por la impunidad que “es un cheque en blanco para que las desapariciones sean permitidas”.

En el caso del Estado de México, Ramírez alertó que esa entidad concentra “la quinta parte de las niñas, niños y adolescentes reportados como desaparecidos”, de ahí la urgencia a aplicar el Protocolo Adicional de Búsqueda de Niñas, Niños y Adolescentes (PABNNA) diseñado por la CNB.

La titular de la CNB, Karla Quintana alertó que en México “se está desapareciendo a la juventud, lo mismo en hombres que en mujeres, y en el caso de mujeres el pico más alto de los registros está entre los 15 y 19 años, de ahí la importancia de generar análisis de contexto para generar mejores hipótesis de búsqueda”.

En el caso del Estado de México, las responsables del estudio, que forman parte de la Unidad de Contexto de la CNB, Adriana González y Javiera Donoso, revisaron los reportes de desapariciones de las niñas y adolescentes desaparecidas en la entidad entre 2015 y 2021, resaltando que en la mayoría de los casos se registraron entre las 6:00 y las 18:00 horas, mayoritariamente en Toluca. en tanto que en 20% de los casos se habían reportado desapariciones anteriores y sólo en 0.3% hubo “llamadas sospechosas” en tanto que no hay registros de antecedentes penales de las víctimas.

De los 16 mil 171 hombres reportados como desaparecidos en la entidad, 5 mil 509 son niños y adolescentes, es decir 34%, mientras que en el caso de mujeres, de las 19 mil 964 reportes, 12 mil 632 son niñas y adolescentes, es decir 63.3% de los registros, porcentaje que habla de la gravedad del problema.

De esa manera, de las más de 36 mil personas reportadas como desaparecidas y no localizadas entre 2015 y 2021, 7 mil 961 continúan desaparecidas.

Adriana González alertó que la identificación de las horas en que las menores son sustraídas, “echan por tierra los prejuicios de que las jóvenes son desaparecidas por andar a deshoras fuera  de su casa, sino que los hechos ocurren prácticamente a plena luz del día”, en tanto que la ausencia de antecedentes penales, descarta la sospecha que se siembra sobre las víctimas de que “en algo malo andaban”.

De acuerdo al estudio, cuando las chicas aparecen con vida, ocurre en promedio 90 días después de la desaparición, por lo general en un lugar relacionado con la víctima, mientras que como perpetrador de los hechos, se tienen sospechas de personas de sexo masculino mayor de 18 años, en la mayoría de los casos.

Al destacar que la revisión de los perfiles de las víctimas permite “romper los mitos en relación a la desaparición”, porque en el caso de las mujeres y niñas por lo general las autoridades evitan iniciar acciones de búsqueda argumentando que “seguramente se fueron con el novio o está con sus amigos”.

La investigadora reconoció que la mayoría de los casos pueden clasificase como ausencia voluntaria, sin embargo “eso no significa que sea una persona feliz que decid dejar todo, sino que en el caso de las mujeres, niños, niñas y adolescentes se van porque hay problemas previo al interior de las familias, por lo es que revisemos las relaciones de mujeres, niñas, niños y adolescentes al interior de los hogares”.

En cuanto al análisis cualitativo, Javiera Donoso explicó que de 22 entrevistas realizadas con familiares de víctimas, de la visita a ocho municipios del Estado de México, la aplicación de antropología visual, entre otras técnicas de investigación, se pudo concluir que “el cinturón conurbado de la Ciudad de México es donde se concentran las mayores desapariciones, dónde están los focos rojos”.  

Entre los hallazgos, se determinó que las desapariciones de mujeres, adolescentes y niñas ocurre por  razones de trata en tres vertientes y por feminicidios, aunque ambos delitos “no son excluyentes uno de otro, puede tratarse que una víctima de trata sea también víctima de feminicidio y su cuerpo desaparecido”.

Entre los tres tipos de trata identificados están los enfocados a la realización de actividades ilegales, “algo que afecta a niñas y niños de entre 14 y 18 años y jóvenes del Estado de México, que son reclutados con bandas criminales para participar en actividades delictivas o muchas niñas se hacen novias de esos jóvenes y así se hace la asociación”; otras más son víctimas de trata para explotación sexual, que afecta a “menores de 13 años que no necesariamente se dan cuenta de que son víctimas de delito, y que cuentan con menos recursos para huir de las redes de explotación sexual”, muchas de ellas reclutadas a través de redes sociales, en tanto que también se registran casos de trata con fines de adopción ilegal, redes delictivas mucho más complicadas de identificar y que  afecta primordialmente a bebés.

En cuanto al feminicidio, la investigación de la Unidad de Contexto de la CNB logró identificar que en la entidad persisten las condiciones que dieron lugar a la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) para once municipios en 11 entidades, alerta a la que después se sumó otra por desaparición.

“Los feminicidios como causa de desaparición, vienen antecedidos de violencia doméstica, los hombres cometen feminicidio y desparecen los cuerpos; también por violencia sexual, en a que están presentes los asesinos seriales, y por actividades criminales, feminicidios cometidos por miembros de cárteles que operan en a entidad”, explicó Donoso.

La investigadora destacó que en la mayoría de los casos las personas que se localizaron “vivas o muertas” en lugares cercanos a la zona  de la desaparición, por la gran extensión territorial de la entidad, que no cuenta con vías de comunicación que permitan “tener por mucho tiempo a una persona privada de libertad o un cuerpo sin vida”.

Destacó que “uno de los errores que vi en los procesos de investigación, es que las policías primero categorizaban a la víctimas y después decidían si buscaban, es decir, primero caían en la criminalización de los adolescentes o diciendo que las chicas se habían ido con el novio o estaban con sus amigos”.

Para Donoso en la estigmatización de las victimas las policías pierden tiempo valioso para encontrar con vida o incluso evitar una agresión sexual, de ahí la recomendación de tener células de búsqueda que exploren “lugares cercanos a las zonas urbanas, que en el Estado de México se puede advertir que muchos de estos sitios están cerca de cerros o de ríos, por desgracia la prioridad no ha sido buscar a las personas desaparecidas”.

Durante el evento Tania Ramírez presentó a una marioneta llamada “Chuchi Cacomixtle”, personaje que tendrá como misión explicar el protocolo especializado para la búsqueda de niñas, niños y adolescentes.  

La presentación del documento contó con la participación del embajador de la Unión Europea en México, Gautier Mignot, quien informó que dicha organización financió la investigación con 170 mil euros, fondo que forma parte de 2 millones de euros dispuestos para financiar otros cuatro proyectos que encabeza la CNB en Coahuila, Jalisco y Sonora.

El documento fue comentado por la titular de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México, María Sol Salgado Ambros; la investigadora del Comité contra la Discriminación de las Mujeres de la ONU (CEDAW), Leticia Bonifaz; la especialista en infancia en riesgo e integrante del Consejo Ciudadano de la Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México, Elena Azaola; la representante de ONU Mujeres, Belén Sanz, y la integrante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, Maribel Enciso.