• Desde esta semana, los pescadores de Boca de Camichín trabajan en reparar las balsas para cultivar el ostión y en recuperar parte de la producción de las embarcaciones que no resultaron dañadas

Red de corresponsales

En México también hubo afectados por la tremenda explosión del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’Apai. 

“Recogió y se vino la corriente arrasando con todos los viveros que encontraba a su paso”, señaló Roberto Barrera, afectado por marejada en Nayarit.

El sábado 15 de enero, el estero de la comunidad de boca de Camichín en Nayarit, resintió los efectos de la explosión del volcán submarino en Tonga, ubicado a 9 mil kilómetros de este lugar a decir de los pescadores de la zona, los efectos fueron evidentes.

“Hubo balsas que tuvieron una pérdida total esas fueron directamente al mar. El mar su oleaje las desbarató y no fue posible rescatar parte de su cultivo de esta balsa se le fueron al fondo 400 de las 600 sartas que debe de tener entonces ahí tubo una pérdida de este caso del dueño del vivero del 69-70 pro ciento de su producción”, detalló Roberto Barrera, afectado por marejada en Nayarit.

Roberto Barrera es uno de los miembros de la cooperativa en Boca de Camichin, donde sus mil 300 habitantes dependen del cultivo del ostión.

“Resultó dañada un 30% de la producción que estamos hablando de alrededor de unas 200 toneladas de ostiones”, reiteró Roberto Barrera, afectado por marejada en Nayarit.

Desde 1978, Boca de Camichin tiene cultivo de ostión. Es el mayor productor de este marisco en todo Nayarit con mil 200 toneladas cada año. Los pescadores colocan conchas en hilos y los sumergen. Ahí es donde se fija y crece este molusco. Tras lo ocurrido en Tonga, los pescadores calculan que cerca de 150 de estas balsas sufrieron daños derivados del oleaje y de las corrientes marinas y, por tanto, los dueños perdieron su producción.

“Se venía la fuerte marejada para dentro, y unos no nos amarrábamos, nos soltábamos, se quebraban las balsas, las agarrábamos y otra vez, jalaba el mar para dentro y nosotros detrás de las estructuras para salvar, rescatar lo que pudiéramos”, narró Kevin Loza, afectado por marejada en Nayarit.

Kevin recuerda que, a pesar de la distancia, no es la primera ocasión en que fenómenos naturales ocurridos en Asia impactan en esta zona de Nayarit.

“Cuando hubo el tsunami en Indonesia también fuimos bastante golpeados. Se nos dio un aviso pero nosotros creíamos que no nos iba a llegar tan fuerte. Esta vez no tuvimos ningún aviso de las autoridades competentes”, explicó Loza.

Desde esta semana, los pescadores de Boca de Camichín trabajan en reparar las balsas para cultivar el ostión y en recuperar parte de la producción de las embarcaciones que no resultaron dañadas. Confían en que las autoridades puedan apoyarlos ante los daños que sufrieron. 

“Se hizo ya los trámites correspondientes ante la Conapesca de Gobierno federal, ante el gobierno del estado y ante el Municipio para ver si se puede lograr algún apoyo. No ha habido apoyos para esta actividad, sin embargo yo me fijo que en la ganadería ahí les reponen todos los daños”, concluyó Juan de Dios Fernández, Federación de Cooperativas Pesqueras de Nayarit.