Por Diana Domínguez Galván

Para que México avance hacia la electromovilidad en conjunto con la región de Norteamérica necesita desarrollar infraestructura apta para la circulación de los vehículos eléctricos, así como una cadena de proveeduría, investigación e impulso a la renovación vehicular.

“Estamos a buen tiempo de hacer una buena integración en Norteamérica y vemos una oportunidad muy importante de hacer esta transformación de México. Que el liderazgo que tenemos en combustibles fósiles se transforme hacia la electromovilidad e híbridos”, dijo el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), Miguel Elizalde.

A un par de días de haberse llevado a cabo el encuentro del grupo binacional (México-Estados Unidos) para la electrificación del transporte, reveló que los empresarios del sector de vehículos pesados destacaron en la reunión que al mismo tiempo que se trabaja en la electromovilidad a mediano y largo plazo en vehículos pesados, en México “tenemos que trabajar también en una renovación vehicular gradual”.

Ello quiere decir, avanzar hacia la transición, en donde vamos a ver vehículos que usen Diésel Ultra Bajo Azufre, Vehículos a gas natural, vehículos híbridos y eléctricos.

Para ello es necesario desarrollar una infraestructura adecuada y en este sentido resaltó que mientras en México existen apenas una veintena de estaciones de recarga para unidades eléctricas, en California, por ejemplo, hay más de 100 mil.

El desarrollo del estado de California en Estados Unidos es tal que posiblemente sea el próximo Detroit en el vecino país por el número de fábricas de vehículos eléctricos que ya tiene y para lograrlo, dijo, “le están apostando con recursos”.

Mientras tanto, en México se necesitan desde incentivos a la infraestructura, la renovación vehicular, la cadena de proveeduría, la investigación y desarrollo de toda la cadena de valor de los vehículos eléctricos.

Hoy en día, dijo, nuestra realidad es que el 99.9 por ciento de los vehículos pesados en México son a diésel y gran parte de estos ni si quiera son de diésel ultra bajo azufre. “Entonces, tenemos que avanzar en muchos sentidos en todos estos rubros”.

Durante el encuentro, el planteamiento de la industria mexicana de vehículos pesados, dijo fue en torno a la necesidad de incentivos, investigación e innovación y por su puesto cooperación.

“Comentamos que para electrificar el transporte necesitamos cadenas de valor fuertes y las necesitamos precisamente en Norteamérica para potenciar a la región, versus otras regiones del mundo. Eso es algo que se destacó”.

Estamos convencidos de que juntos, autoridades, industria e incluso academia, podemos alcanzar un transporte más limpio e incluyente que es de beneficio para todos los mexicanos, sostuvo Elizalde.