Esta historia fue confirmada por la periodista Anabel Hernández en su libro “Emma y las otras señoras del narco”, donde explicó que lo que terminó de enamorar a Joaquín Guzmán fue que la exreina de belleza preparó este platillo de la misma forma en la que lo hacía su madre, María Consuelo Loera
Red de corresponsales
Entre la cantidad abrumadora de evidencia que se mostró en Estados Unidos durante el juicio del Chapo Guzmán, hubo un detalle que pasó desapercibido por no ser tan relevante o trascendental como otras revelaciones que sirvieron para inculpar al capo sinaloense. Sin embargo, no por eso deja de ser fascinante y a la vez revelador: en una serie de mensajes de texto que Guzmán envió a su esposa Emma Coronel, el propio Chapo le confiesa que se enamoró de ella después de probar sus enchiladas suizas.
Aquellos mensajes privados fueron obtenidos por el FBI gracias a la ayuda de un experto en cibernética colombiano que ayudó al Chapo creando un sistema de comunicación encriptado para él. En los mensajes, que fueron leídos por los dieciocho miembros del jurado, el exlíder del Cártel de Sinaloa habló con su esposa sobre temas variados y disímiles como el amor que sentían ambos por sus hijas gemelas, la muerte a tiros de unos lugartenientes del cártel y el platillo que según el Chapo lo hizo enamorarse perdidamente de Coronel.
Esta historia también fue confirmada por la periodista Anabel Hernández en su libro Emma y las otras señoras del narco, donde explicó que lo que terminó de enamorar a Joaquín Guzmán fue que la exreina de belleza preparó este platillo de la misma forma en la que lo hacía su madre, María Consuelo Loera Pérez. “Guzmán Loera estableció una relación más o menos humana con ella, le escribía cartas y le enviaba flores a su casa. Decía haberse enamorado porque cocinaba unas enchiladas iguales a las de su madre”, relató Hernández.
“Con un fuertísimo apego materno, sin duda su lazo emocional más importante, El Chapo buscaba a su madre en todas las mujeres que conocía”, apuntó la periodista de investigación.
El Chapo cumple cadena perpetua desde julio de 2019 en ADX Florence, la prisión federal de máxima seguridad en colorado donde pasará el resto de sus dias.Fue acusado de traficar durante más de 30 años toneladas de drogas desde Centroamérica a México y de ahí hacia Estados Unidos y Canadá. Lo hizo de todas las formas posibles: en barcos pesqueros, lanchas, aviones diseñados para evadir radares, vehículos de pasajero, trenes cargueros, submarinos, tractocamiones y túneles.
Los testigos también lo acusaron de haber sobornado a funcionarios de casi todos los niveles de la policía, el Ejército y la política de México, incluido un supuesto pago de USD 100 millones al ex presidente Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con documentos de la prisión federal consultados “todas las comidas son preparadas bajo la supervisión de las autoridades internas”. “Cada individuo recibe dos bandejas: una para la comida caliente y otra para la comida fría”, señalaron. Hay, además, cinco menús en la prisión federal: el menú regular, el menú sin carne de puerco, el menú de dieta religiosa, el menú sin carne de ningún tipo y el menú bajo en sodio y en grasa. El menú religioso, indicaron, debe ser aprobado por el capellán del complejo.
Ahí, el narco mexicano solo podrá conformarse con el recuerdo de las enchiladas suizas hechas por su esposa, Emma Coronel, sentenciada el pasado mes de noviembre de 2021 a una condena de 36 meses de prisión en los Estados Unidos, o de las tradicionales de su madre, María Consuelo Loera Pérez.