Este jueves, las tropas rusas invadieron la zona de exclusión de la central nuclear de Chernobyl en territorio ucraniano y tomaron el control de la planta. Mientras se teme la propagación del polvo nuclear, el gobierno ucraniano consideró el ataque como una declaración de guerra contra toda Europa.

En un despacho informativo de Reuters, el asesor del director de la planta nuclear, Mykhailo Podoliak, dijo que “después de una feroz batalla, Ucrania perdió el control sobre el sitio de Chernobyl. Se desconoce el estado de la antigua planta de energía nuclear, de confinamiento y de las instalaciones de almacenamiento de desechos nucleares”.

Antes, el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, Antón Gueraschenko, había informado sobre la incursión rusa en la zona de exclusión, y había dicho que se sostenía un enfrentamiento en el lugar.

Advirtió que si los depósitos con restos radiactivos resultan dañados, “el polvo nuclear puede propagarse por todo el territorio de Ucrania, Bielorrusia y los países de la Unión Europea”.

En tanto, el presidente de Ucrania, Volodomyr Zelenski, denunció que la incursión rusa en la zona de exclusión de Chernobyl es “una declaración de guerra contra toda Europa”.

Y más temprano dijo que en el intento de la toma los defensores ucranianos estaban “entregando sus vidas para que la tragedia de 1986 no se repita”, y dijo que se trata de una declaración de guerra contra toda Europa.