La Cámara de Diputados de México rechazó una propuesta de reforma constitucional al sector eléctrico impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que buscaba incrementar el control del Estado sobre esa industria.

Redacción

La iniciativa, criticada por empresas y gobiernos de países socios de México, como Estados Unidos, también proponía garantizar el dominio de la nación sobre las reservas de litio en el territorio.

“Vamos a votar en contra de esta reforma porque daña a México, no hubo especialista, académico, activista, ambientalista que dejara lugar a dudas”, dijo durante el debate Jorge Álvarez, legislador del opositor Movimiento Ciudadano. “El Gobierno ha mentido una y otra vez al ofrecer lo contrario”.

El dictamen, que fue desechado la noche del domingo tras varias horas de acalorada discusión en el pleno de la cámara baja, pretendía colocar a la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) como eje rector del mercado, así como cancelar permisos y contratos con privados.

Desde los días previos a la sesión, una alianza de fuerzas políticas de oposición descartó apoyar los cambios, argumentando que contravenían compromisos internacionales de México y perjudicarían las tarifas eléctricas, por lo que ya se anticipaba que no se lograrían los votos necesarios para su aprobación.

Pero el presidente, un nacionalista en materia energética y petrolera, que buscaba aprovechar su reciente victoria en un inédito referendo revocatorio, se comprometió a seguir impulsando la legislación y tildó de “traidores a la patria” a aquellos que se contraponían a ella.

“No nos importa el sentido de su voto porque el nuestro está con el pueblo, está del lado correcto de la historia y la historia nos juzgará y saldremos bien evaluados, ustedes en cambio estarán en el basurero de la historia, un lugar de donde nunca debieron salir”, espetó el domingo el diputado Gerardo Fernández, del Partido del Trabajo, afín al mandatario.

La jornada transcurrió entre constantes gritos y consignas de ambos bandos que interrumpieron reiteradamente el debate, con los partidarios de López Obrador coreando “traidores”, mientras que la alianza opositora replicaba “no pasará”.

López Obrador había advertido que en caso de que los cambios propuestos a la carta magna no avanzaran en el Congreso, enviaría en respuesta una iniciativa de reforma a la Ley Minera para proteger el litio, y garantizar así que al menos una parte del proyecto tenga éxito.