Por lo menos ocho personas perdieron la vida y 11 resultaron heridas cuando grupos rivales de trabajadores se enfrentaron el miércoles antes del amanecer en una cementera del estado de Hidalgo, en el centro de México, de acuerdo con las autoridades.

Redacción

Por lo menos ocho personas perdieron la vida y 11 resultaron heridas cuando grupos rivales de trabajadores se enfrentaron el miércoles antes del amanecer en una cementera del estado de Hidalgo, en el centro de México, de acuerdo con las autoridades.

El enfrentamiento por el control de la cementera cercana a la localidad de Tula, Hidalgo, se dio tras al menos una década de airadas y a veces violentas disputas al interior de la cooperativa de empleados que es propietaria tanto de la planta de cemento como de uno de los principales equipos de fútbol de México.

El gobernador de Hidalgo Omar Fayad tuiteó que condenaba enérgicamente la violencia en la cementera de la cooperativa Cruz Azul. Señaló que nueve sospechosos fueron detenidos en relación con lo ocurrido.

La secretaría de seguridad pública de Hidalgo informó en un comunicado que empezó a recibir llamadas de emergencia de la planta el miércoles temprano. La cementera se ubica a 95 kilómetros (60 millas) al norte de Ciudad de México. Las instalaciones y vehículos que se encontraban allí resultaron dañados.

Las autoridades sólo identificaron a los involucrados como dos grupos de personas, pero medios locales señalaron que el enfrentamiento estaba relacionado con una añeja disputa por el liderazgo de la cooperativa.

Desde hace más de una década, un exlíder de la cooperativa supuestamente se apropió o malgastó fondos de la cooperativa. El hombre, Guillermo Álvarez, es ahora prófugo de la justicia, pero sus partidarios aparentemente retuvieron el control de algunos activos, incluida la fábrica.

El procurador general de Hidalgo, Alejandro Habib, comentó a los medios de comunicación locales que aparentemente hasta cinco camiones o camionetas y 200 personas participaron en el asalto a la planta.

Álvarez enfrenta cargos equivalentes a lavado de dinero y malversación. Al parecer, utilizó al equipo de fútbol Cruz Azul, que juega en la primera división de la liga mexicana, como fachada para realizar tratos ilícitos, supuestamente exagerando la cantidad de dinero pagada para contratar a los mejores jugadores y embolsándose después la diferencia entre ese precio y el real.

El grupo que se opone al viejo liderazgo rechazó en un comunicado que fueran los responsables de la violencia, señalando que habían utilizado canales legales para tratar de recuperar el control de la instalación.

La cooperativa fue formada por trabajadores en la década de 1930 para adquirir la cementera.