Tepeaca, Texmelucan y Huachinango son los municipios que más casos han registrado de huachicoleo, según la Sedena

Red de corresponsales

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que en Puebla se han detectado 6 mil 56 tomas clandestinas de combustible en lo que va de la actual administración del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

En conferencia de prensa, Luis Cresencio Sandoval, titular de la dependencia, mencionó que los atentados se han registrado en los poliductos Tuxpan-Azcapotzalco y Tuxpan-Tula (de la parte norte), así como en los gasoductos Cactus-Guadalajara y Minatitlán-México (de la parte centro).

Bajo esa misma línea, el municipio con mayor reporte de huachicoleo ha sido Tepeaca, con mil 216 tomas clandestinas. Seguido de ello se encuentran Texmelucan, con mil 5; Huachinango, con 565; San Matías Tlalancaleca, con 369, y Acajete, con 299.

De los operativos, mencionó el militar, se han detenido a 217 personas presuntas responsables del delito. En tanto, se han confiscado 964 vehículos dedicados a la actividad ilícita, 2.3 millones de litros y 70 predios.

El gasoducto Minatitlán-México (mencionado por el General) era uno de los medios mediante los cuales Petróleos Mexicanos (Pemex) trasladaba su combustible.

Pese a estar actualmente en desuso, éste atraviesa una zona del estado poblano conocida como el “Triángulo Rojo”, donde las bandas criminales han pasado de enfocarse meramente en el “huachicoleo” a incrementar el robo a transportistas.

El espacio sería utilizado actualmente para esconder la mercancía robada en plena autopista. Los delincuentes habrían adaptado esos lugares para descargar en ellos la mercancía de camiones hurtados. 

“Es un terreno totalmente bardeado con bardas de cinco o seis metros de altura y hacen como un tipo túnel para que el helicóptero o el dron no identifique que abajo hay dos o tres camiones con mercancía robada”, denunció un líder transportista de identidad anónima al programa En Punto.

Dicha zona es comprendida por los municipios de Acajete, Tepaca, Tecamachalco, Acatzingo, Quecholac y Palmar del Bravo. Ahí, los grupos criminales fueron atraídos por la operación de los ductos petroleros y comenzaron a dedicarse al robo de combustible.

La escalada del “huachicol” en el estado comenzó en 2012, pero en los siguientes años el 34% de la gasolina robada del país sería extraída del tramo Minatitlán-México, de acuerdo con el Sistema SIG, Análisis de Datos Especiales y Plataforma de Ubicación.

Puebla se convirtió en el centro del robo de combustible, pues tan solo entre 2011 y 2015 las tomas clandestinas incrementaron 91%, de acuerdo con cifras de Pemex. En esos años llegaron a registrarse más de 600 tomas clandestina y el Triángulo Rojo concentró hasta el 66% de este delito, según el Sigsa. 

Más adelante los ductos fueron deshabilitados y aprovechados por el crimen organizado para crear los “sótanos” que escondería la mercancía de los camioneros.

El punto principal de los atracos es actualmente el municipio de Tecamachalco, donde el gobierno estatal se vio obligado a tomar el control de la seguridad para atender el problema en octubre del 2020.