El término es uno de los más populares en las calles del país cuando hablamos de fútbol informal, ese que se juega en los patios, parques y banquetas

Redacción

La historia del fútbol mexicano se remonta a finales del siglo XIX, cuando al territorio nacional llegaron colonias inglesas, la mayoría con la finalidad de explotar la minas que se encontraban en el estado de Hidalgo, quienes trajeron por primera vez el balompié a México y lo inculcaron en los ciudadanos con el paso de los años.

Esta fue la principal razón por la que el Club Pachuca fuera el primer equipo profesional en la historia de México; sin embargo, en muchas zonas este deporte fue por décadas destinado a familias acaudaladas, quienes podían conseguir los tradicionales balones de cuero y sellados con cordones, por lo menos para jugarlo como se volvió popular en el Viejo Continente.

Como no podía ser de otra forma, el ingenio generó distintas variaciones para simular la pelota de futbol, como se hace en la actualidad, aunque una de las más populares fue la que dio origen a la palabra que hoy conocemos como “cascarita”, con la que nos referimos a los partidos de fútbol callejeros.

¿Cómo surgió la palabra “cascarear”?

La razón por la que hoy le decimos “cascarita” a las retas de fútbol, a los partidos callejeros o a los juegos informales en patios y parques, se remonta a las primeras décadas del siglo XX y nació debido a que se jugaba fútbol con una naranja; sin embargo, no era una naranja cualquiera.

De acuerdo con el historiador Carlos Calderón, los jóvenes de la época tomaban la fruta y le hacían un pequeño agujero por debajo, por donde extraían todo el jugo con la finalidad de dejar la cáscara redonda. De esta forma podían patearla sin que saliera el juego de la naranja y se creara un desastre.

Fue así como nació la frase “echar una cascarita” o “cascarear” para referirse a la pelota de fútbol con la que jugaban, pues aunque no era la única manera de sustituir el balón, sí fue la que generó el apego con la población para referirse al fútbol callejero.

Otras maneras con las que los jóvenes mexicanos y latinoamericanos sustituían un balón de fútbol era con botes, trapos enrollados o bolas de papel, muchas de ellas utilizadas a lo largo de los años hasta la actualidad.

En otros países el término cascarear es prácticamente desconocido, pues especialmente en Latinoamérica hay una infinidad de sinónimos para referirse al fútbol callejero.

¿Cómo le dicen al fútbol callejero en otros países?

Por ejemplo, en Argentina es común decirle “picadito” a una partido amistoso en las calles; mientras que en Perú y Chile el término común es llamarlo como “pichanguita”, muy similar a como le dicen en España: “pachanga”.

Por Centroamérica también hay varios sinónimos. En El Salvador se le conoce como “masconear” a los juegos callejeros; mientras que en Guatemala es popular escuchar como “chamuscas” a las retas de fútbol en espacios abiertos.

Este último término tiene un tinte muy particular, pues a principios del siglo XX, cuando la iluminación era escasa, le prendían fuego a la pelota, o lo que utilizaran como herramienta, para poder seguir con el juego sin importar la hora.