“Lo chupó la bruja”, “ya piró” o “lo cargó el payaso”: en México hay muchas formas de referirse a la muerte

Redacción

México es un país megadiverso. Tiene una posición geográfica que lo vuelve privilegiado al gozar de una gran cantidad de climas y regiones. Además, cuenta con una vasta presencia de especies animales y vegetales, muchas de ellas endémicas. Pero no sólo es rico en biodiversidad, sino también en elementos culturales.

En México se cuenta con una forma muy peculiar para referirse a cosas y situaciones de la cotidianidad. A esta forma de expresarse se le llaman mexicanismos.

Gracias a esa variedad lingüística, los mexicanos han encontrado una amplia lista de nombres para referirse a una misma cosa, por tan común que sea, como la muerte.

Cuando se dice que alguien ha muerto se puede recurrir a ciertas formas anunciarlo: se petateóchupo farosya lo cargó el payaso o ya colgó los tenis.

Sin embargo, el colgar los tenis va más allá de una frase, pues al andar por la calles de la Ciudad de México es común ver tenis colgados en los cables de luz, dando una vista singular al paisaje urbano; la práctica de arrojar el calzado forma parte del folclor nacional.

Hay quienes afirman que el uso de la frase viene de la práctica, sobre todo en barrios peligrosos, implicados en contextos de violencia y venta de droga.

La explicación más común describe que cuando alguien del barrio moría, sus tenis eran arrojados, quedando atorados en los cables eléctricos. No obstante, la práctica es más añeja que el uso de tenis en México, pues anteriormente lo que se colgaban eran los zapatos del difunto en los cables frente a la casa para dar aviso a la comunidad del fallecimiento.

De acuerdo con el cronista Armando Ramírez la expresión ha cambiado desde los años 50, pues en aquellos años se decía “colgó los zapatos” debido a que el calzado deportivo conocido como tenis no era común entre los habitantes sino hasta la década de los 70.

Por otra parte, algunos historiadores rastrean la costumbre de arrojar el calzado a los cables hasta Estados Unidos, donde a la práctica se le conoce como shoefiti, palabra que conjuga shoes, del inglés zapatos y graffiti, palabra de origen italiano.

En los Estados Unidos el colgar los tenis era usado en los barrios populares pero no únicamente para anunciar la muerte de alguien, sino como un mensaje para delimitar el territorio entre pandillas. Incluso, cuando se utilizaba como anuncio de muerte, era por un asesinato motivado por la venganza.

La práctica en México pudo haber sido copiada o generada de forma aparte. Sin embargo, la expresión derivada de colgar los tenis sí es propia del país.

Además de arrojar los zapatos a los cables en las casas donde hubo un deceso, se dice que también podían ser colgados en el lugar donde murió.

Por otra parte, hay quienes señalan que ver tenis colgados es un indicio de que en esa zona es fácil cometer un robo o se encuentra un punto de venta de droga.

No obstante, no se debe desestimar la idea que colgar los tenis puede ser por obra de algún bromista o simple ocio; incluso, resultado de deshacerse de un par de tenis o zapatos que ya cumplieron su ciclo.

Dentro del gran léxico mexicano, es posible encontrar ésta y muchas otras frases más que son el reflejo de lo que significa ser mexicano. Entre estirar la pata, chupar faros y que te chupe la bruja, colgar los tenis sigue siendo una de las expresiones favoritas de los chilangos.