El gigante automotriz Stellantis invirtió un total de 33 millones de euros en dos de sus instalaciones de pruebas globales para respaldar la estrategia a largo plazo de la compañía de conseguir el mejor rendimiento de los vehículos eléctricos (EV, por sus siglas en ingles) y de obtener el máximo nivel de tecnología de conducción autónoma.
Esas inversiones entre otras de capital en I+D, amplían la capacidad global de Stellantis de diseñar el futuro de la movilidad, acelerar su transformación a una compañía tecnológica de movilidad sustentable e impulsar a la empresa hacia los objetivos del plan estratégico Dare Forward 2030, en especial una reducción del 50 por ciento de las emisiones de carbono desde los niveles de 2021 para 2030 y emisiones de carbono cero para 2038.
Así, el centro de seguridad de Orbassano, cerca de Turín, Italia, está plenamente integrado en los procesos de diseño digital y se ha mejorado considerablemente para albergar cuatro pistas de pruebas con cuatro puntos de impacto, así como capacidad para realizar evaluaciones completas de vehículos eléctricos (Battery Electric Vehicle BEV, por sus siglas en ingles), así como tecnología de conducción autónoma para diferentes tipos de vehículos.
El túnel de viento de Auburn Hills, Míchigan, EE. UU., se está ampliando con la incorporación de tecnología de suelo móvil que simula los desplazamientos por carretera y ofrece una medición más precisa de la aerodinámica de los vehículos.
La reducción de la resistencia al viento beneficia a la autonomía de conducción de los vehículos BEV.
“Nuestros avanzados centros tecnológicos de todo el mundo llevan hoy a cabo el trabajo que hará que los vehículos Stellantis del futuro sean líderes del sector en capacidad, rendimiento y seguridad”, afirmó Harald Wester, jefe de ingeniería de Stellantis.
“Nuestra comunidad de ingenieros está impulsada por el talento, la diversidad y la visión global, y trabajamos intensamente con otros actores globales, como nuestros colegas de Monozokuri, para hacer dinámico el núcleo de nuestra transformación tecnológica. Esto nos ofrece una visión amplia de los retos, nos ayuda a considerar y a ajustar una variedad completa de soluciones de movilidad que nos situará en la primera línea de la carrera por la innovación”.
Los principales objetivos del plan estratégico Dare Forward 2030 de Stellantis son alcanzar el 100 por ciento de ventas de la combinación de vehículos BEV en Europa y el 50 por ciento de las ventas combinadas de vehículos BEV en Estados Unidos para 2030.
La inversión de cinco millones de euros en la modernización del centro de seguridad de Orbassano le permite probar todo tipo de vehículos electrificados, mild-hybrid, híbridos enchufables y eléctricos.
En las instalaciones se realizan actualmente al menos dos pruebas de impacto al día y para este año se prevé probar más de 275 vehículos electrificados. Se puede certificar que los vehículos probados en Orbassano cumplen más de 175 normas internacionales de seguridad y tecnológicas.
La zona de impactos de las pistas de pruebas está equipada con un bloque móvil Messring para las evaluaciones de impacto frontales y laterales, y en Orbassano se llevan a cabo algunos de los exámenes más rigurosas del sector, como las de impacto pequeño del lado del pasajero que utiliza el Insurance Institute for Highway Safety (Instituto de Seguros para la Seguridad en Carretera).
Las pistas de pruebas de Orbassano incluyen un sistema de posicionamiento de cámaras controlado por una computadora con 13 cámaras exteriores móviles sobre el punto de impacto. Además, las pistas tienen capacidad de video de alta velocidad bajo la carrocería, mientras que se pueden montar hasta cinco cámaras a bordo del vehículo a evaluar.
Todas esas vistas, además de los datos procesados, proporcionan a los ingenieros de Stellantis información muy valiosa para evaluar los diseños de vehículos actuales y futuros. Los datos se comparten también con instalaciones de Stellantis de todo el mundo, incluidos los centros de pruebas de seguridad adicionales de Belchamps, Francia, Chelsea, Míchigan, E.U.A. y Betim, Brasil, para perfeccionar los modelos digitales de desarrollo de vehículos.
Dichas instalaciones de vanguardia están totalmente integradas en el proceso de diseño digital de seguridad de Stellantis, lo cual permite el desarrollo de vehículos más eficiente y cubre virtualmente todos los casos posibles de accidentes.
Las nuevas pistas están preparadas para alojar modos de prueba futuros relacionados con la introducción de funciones de conducción automatizada en todo tipo de vehículos.
El equipamiento de Orbassano incluye funciones de pruebas estáticas y dinámicas de factores como el impacto en peatones, volcaduras, y pruebas para evaluar los asientos y el interior de los vehículos. Las evaluaciones de asientos e interiores son cada vez más decisivas, ya que la adopción de tecnologías futuras de conducción automatizada puede dar lugar a nuevas configuraciones de asientos en el habitáculo.