La ruta de transformación en inversiones y tecnología / Por Luis Hernández

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*Desde las líneas de cobre y la burbuja .COM hasta los unicornios y el CVC:

Los últimos treinta años han sido un proceso de transformación y cambios desde el punto de vista de la tecnología y las inversiones. Pero sin duda, ha transformado radicalmente los paradigmas de pensamiento, la manera de estructurar negocios, a la vez que ha redefinido la estrategia corporativa y la visión y el liderazgo en las organizaciones.

Era 1991 y estaba a menos de un año de egresar del IPN, una de las universidades tecnológicas más reconocidas en el país. Mi primer trabajo fue en IBM, gracias a la confianza de uno de mis profesores, asesor de tesis y, sobre todo, uno de los mentores que he tenido en la vida. IBM en ese momento, sería el equivalente a trabajar hoy en día para compañías como Google o AWS.

En ese momento, no existían líneas digitales sino líneas de cobre conmutadas o dedicadas que debían crear una ruta física para enlazar a dos personas o sistemas a través de un modem (modulador – demodulador) que permitía acoplar las señales para transmitir datos digitales sobre líneas análogas.

La compañía era el mayor usuario de líneas dedicadas en México y administrarlas era una cosa de locos. Al siguiente año, IBM implementó su primer “switch digital” a la vez que TELMEX lanzaba sus líneas dedicadas digitales. Muy probablemente, para las generaciones actuales no suena muy significativo, pero sin duda pavimentaron en gran medida el camino del cambio.

En los siguientes años, tuve la oportunidad de trabajar para diversas compañías en diversas industrias, a la vez que desarrollé un apetito por aprender no solo tecnología sino negocios y de manera muy particular finanzas e inversiones en entornos de riesgo e incertidumbre. Así que pasé de usar la tecnología IP (muy incipiente en ese entonces) para administrar redes de switches y probar e implementar diversas tecnologías de comunicaciones alámbricas e inalámbricas y sistemas –redes token ring, ethernet, CDMA, GSM, redes VPN, fibra óptica, entre muchas otras tecnologías–  a desarrollar planeación estratégica y levantar capital para empresas de tecnología.

De mi primer proceso de “fundraising” (consecución de inversión) por 500 millones de dólares, que desarrollamos junto con Merril Lynch, a los subsecuentes, sobre todo en los últimos años, mucho ha cambiado. Desde la configuración de los fondos de inversión, que es muy diferente hasta los procesos, muchos de ellos virtuales.

Un ejemplo de ello son términos como “Data Room” que anteriormente eran espacios físicos reales (regularmente alguna sala de juntas) en donde se conjuntaba toda la información pertinente a la inversión y grandes documentos con cientos de páginas para describir las operaciones de la naciente empresa a desarrollar “Investment decks” que son una versión bastante simplificada de los planes de negocio de años anteriores.

Previo a que reventara la burbuja .com, surgieron muchas compañías como AOL, Terra y Geocities que posteriormente fue comprada por Yahoo, entre otras, pero también surgían empresas poderosas como Amazon y Google. En ese momento, también hacíamos fundraising para lanzar uno de los primeros “marketplaces B2B”. El costo promedio de iniciar una startup en ese entonces era de aproximadamente 5 millones de dólares versus los 5 mil dólares que puede costar hoy en día iniciar una empresa de base tecnológica.

Hoy en día, el capital no solo fluye exclusivamente de fondos de inversión, sino también de corporativos que crean vehículos de inversión llamados “Corporate Venture Capital” para asumir mayores riesgos que les permita garantizar un crecimiento futuro. Las startups digitales principalmente, han identificado un potencial de crecimiento enorme, debido en gran medida a muchas de las transformaciones tecnológicas de hace 30 años que facilitan una penetración relativamente fácil gracias a la infraestructura digital, pero también sin duda, debido a la evolución de las inversiones y los procesos inherentes a los mismos que habilitan que el capital para invertir fluya de manera más ágil. Ello sin duda ha permitido el surgimiento de los llamados unicornio, que son aquellas startups que logran alcanzar valoraciones por arriba de los miles de millones de dólares.

Sin duda, la aceleración tecnológica, las inversiones, los modelos de negocio, las estructuras y metodologías seguirán cambiando y transformando lo que hoy conocemos.

Luis Hernández Alburquerque es Managing Director & Founder en Scale Radical – Una compañía que desarrolla modelos de crecimiento y transformación basados en innovación, tecnología e inversiones de riesgo.