En reunión de ministros de agricultura de las Américas
Ante un escenario del aumento del hambre y la malnutrición en las Américas, el sector agropecuario de la región tiene la responsabilidad de llegar a la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 27) con una posición convergente.
Así lo señalaron los altos funcionarios y líderes que participaron en la apertura de la reunión de ministros, secretarios y altos funcionarios de Agricultura de las Américas para discutir sobre el papel estratégico del sector agropecuario de la región para enfrentar el cambio climático.
En el acto inaugural del encuentro de alto nivel, que es organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), donde participó Rattan Lal, enviado especial del IICA para la COP 27, mayor autoridad mundial en ciencias del suelo y Premio Mundial de la Alimentación del 2020, dijo que, el cambio climático no es algo que ocurrirá en el futuro; es algo que ya está ocurriendo.
“Vemos cómo los eventos climáticos están afectando a América Latina y el Caribe. Entre 1998 y 2020 estos hechos han resultado en la pérdida de 312.000 vidas”, dijo Rattan Lal.
“Debemos transmitir un mensaje muy claro y muy fuerte en la COP 27, de manera que no se omita la importancia de la agricultura como sucedió en la COP 26. La producción alimentaria está en riesgo en Sudamérica y en países en desarrollo de otras partes del mundo porque se acorta la temporada de cultivo y se incrementa el estrés hídrico”, agregó.
La agricultura, solución a la seguridad alimentaria
Por su parte, el profesor Lal, director del Centro de Manejo y Secuestro de Carbono (C-MASC) en la Universidad Estatal de Ohio, señaló que las discusiones en la COP 27 deben centrarse en cómo producir más alimentos con menos recursos. “Tenemos que utilizar la agricultura como una solución a la seguridad alimentaria y nutricional y para la mitigación del cambio climático”, precisó.
También participaron Lydia Peralta, ministra Encargada de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica; Víctor Carvajal Porras, ministro de Agricultura y Ganadería de Costa Rica; Laura Suazo, secretaria de Agricultura de Honduras y presidenta del Comité Ejecutivo del IICA; y Manuel Otero, director General del IICA.
La canciller Peralta Cordero valoró el trabajo del IICA a favor de una posición conjunta del continente acerca de las transformaciones del sector agrícola en el contexto de las negociaciones internacionales de cambio climático.
“Debemos aumentar la participación y el liderazgo de nuestros países en la promoción de la acción colectiva, para aumentar la participación del sector agropecuario en las discusiones y negociaciones globales en este evento de trascendencia a nivel mundial”, señaló Peralta en relación a la COP 27, que tendrá lugar en noviembre.
“La seguridad alimentaria, la adaptación de los medios de vida, el cuidado de los recursos agua y suelo y el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas de las poblaciones deben tener un rol protagónico en las estrategias nacionales de los gobiernos”, dijo Carvajal Porras.
“Como continente debemos posicionarnos con grandes ambiciones y por eso debemos fortalecer el equilibrio entre la producción de alimentos y la protección del ambiente, de cara a la COP 27”, puntualizó el ministro.
Centroamérica, vulnerable a sequía
La secretaria hondureña Suazo resaltó la estrecha relación entre agricultura y ambiente.
“El impacto del cambio climático, en el caso de Centroamérica, es muy importante. Somos una región altamente vulnerable a los eventos cíclicos de extrema sequía o donde hay demasiada lluvia e inundaciones. Por eso tenemos que trabajar mucho el tema de gestión de riesgo y vulnerabilidad al cambio climático”, advirtió.
Suazo resaltó la necesidad de encontrar una sinergia entre la mitigación y la adaptación al cambio climático, ya que países como Honduras hacen una contribución insignificante a las emisiones de gases de efecto invernadero, pero son altamente vulnerables.
Manuel Otero subrayó que el continente americano es garante de la seguridad alimentaria, nutricional y de la sostenibilidad ambiental del planeta, por su capacidad de producción y sus extraordinarios recursos naturales.
“No puede haber sostenibilidad ambiental si antes no hay seguridad alimentaria para nuestros pueblos y, por eso, este orden es absolutamente esencial que lo respetemos”, afirmó.
“Mi aspiración -agregó- es llegar a un consenso hemisférico para estas negociaciones ambientales, con una voz convergente de nuestra América frente a esta situación tan especial por la que atraviesa el mundo”.
Otero se refirió a lo que está en juego en la COP 27 y explicó: “Dicen que va a ser la COP de la agricultura y la COP de la implementación. Yo agregaría que tiene que ser la COP donde la voz de la agricultura sustentable juegue un rol muy especial”.
El director general del IICA subrayó que es imprescindible que el continente muestre al mundo en la COP 27 todas las transformaciones que ha hecho en su agricultura para mejorar su sustentabilidad. Mencionó, en ese sentido, la siembra directa, el manejo de las pasturas naturales, lo que a través de la bioeconomía se está haciendo para la reducción de desperdicios, la intensificación sustentable del cultivo de arroz y los avances que están ocurriendo en el Caribe.
“Nuestros sistemas alimentarios –concluyó- son perfectibles, pero no son fallidos. Tenemos muchas cosas para mejorar, pero no nos pueden criticar por todo. El peor error es poner a la agricultura en el banquillo de los acusados”.