México enfrenta sensibles retos en materia de educación y pobreza en infantes, pues derivado de la crisis económica por el brote de la pandemia del COVID19, la marginación y las condiciones precarias que enfrentan determinados sectores podría agravarse, en donde los menores de edad serán los más vulnerables.
Así, de acuerdo con el SubComité de Primera Infancia de la Comisión de Educación del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), uno de cada dos menores de entre uno y dos años de edad padece anemia; 14 por ciento de los niños sufren desnutrición crónica; y cuatro de cada 10 infantes no asiste a educación preescolar.
Por ello, Francisco Casanueva, presidente Ejecutivo de Interprotección, consideró necesario implementar una estrategia integral en donde participen los diferentes sectores sociales y económicos del país, toda vez que resulta reprobable que dos de cada 10 niños menores de cuatro años presenten ya un rezago en su desarrollo.
“La evidencia y los expertos nos demuestran que si invertimos en los primeros años de vida de los niños, tendremos una sociedad más equitativa, más prospera y con menos violencia”, aseguró en videoconferencia.
Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), México es el país con las peores condiciones para formar una familia.