Redacción
En México urge concientizar a la industria farmacéutica, personal médico y consumidores finales sobre los graves riesgos que conlleva el uso excesivo e indebido de medicamentos antimicrobianos como los antibióticos, antivirales y antifúngicos, pues el abuso de ese tipo de productos fortalece la resistencia de las bacterias, provocando que en el mundo mueran, al menos, 700 mil personas al año por este problema.
Así, en el marco de la Semana Mundial de la Concientización sobre el Uso de los Antimicrobianos, el doctor Samuel Ponce de León Rosales, coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS), y de la Red “Plan Universitario de Control de la Resistencia Antimicrobiana” (PUCRA), consideró necesario promover el uso adecuado de los antibióticos, a través de espacios para la información y reflexión, como el caso de la “carrera contra los Antimicrobianos”, que se llevará a cabo el domingo 6 de noviembre en Ciudad Universitaria, con el propósito de concientizar a la población en general sobre la relevancia de tomar acción ante lo que podría ser la próxima pandemia.
“En los últimos años hemos presenciado a nivel global una tendencia que ha ido en aumento, la resistencia a los antibióticos, una problemática que provoca al menos 700 mil muertes al año en el mundo y, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2050 la cifra se incrementará a 10 millones”, expuso el especialista.
León Rosales lamentó que en todo el mundo, más de la mitad de los antibióticos se recetan, distribuyen o venden de manera inadecuada, lo que complica, aún más, este sensible problema.
“Además de que los antibióticos pueden adquirirse sin receta en 80 por ciento de los países de la Región de las Américas”, alertó en el marco de la conferencia de prensa en línea que tuvo lugar esta mañana.
De acuerdo con un estudio publicado recientemente, en 2019 entre 1 y 27 millones de muertes en el mundo fueron directamente atribuibles a la resistencia antimicrobiana, causando más muertes que el VIH/SIDA y la malaria, mientras que en América Latina y el Caribe, se estima que al menos 338 mil personas hayan fallecido por esta misma razón, aunque con un potencial de ser mayor.
Por su parte, Ana María Ocaña, profesora y gerente de Salud en Reckitt, agregó que el personal médico debe evitar recetar el uso de antibióticos a los pacientes que presenten síntomas o un cuadro de enfermedad correspondiente a gripe tradicional, pues en muchos casos el tratamiento requiere de un medicamentos de otro tipo.
“Los nuevos hallazgos dejan claro que la resistencia a los antimicrobianos está avanzando más rápido que las estimaciones anteriores del peor de los escenarios, este tema de interés global va más allá del control de la venta de antibióticos, si no que con el aumento de la demanda de antimicrobianos, como los destinados al tratamiento de infecciones fúngicas raras que se han hecho más comunes como consecuencia de la pandemia, algunos países han tenido dificultades para acceder a los antimicrobianos debido a la escasez o a las exigencias regulatorias para la incorporación de nuevos”, agregó la especialista.