La prohibición inmediata del uso del glifosato, al igual que el de otros plaguicidas en el campo, impactaría en la seguridad alimentaria del país y tendrá efectos inflacionarios, advirtió la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
El titular de la dependencia, Víctor Villalobos Arámbula, precisó que al adoptar la medida se estima una afectación de entre 30 a 40 por ciento de la producción en alrededor de 64 cultivos agrícolas.
“Se requerirán alternativas viables, eficientes, sostenibles y rentables para el productor, principalmente, en el control de las malezas, plagas y enfermedades, que son de las principales amenazas a la actividad agrícola y retos que deben sortear las familias productoras, particularmente en esta coyuntura pospandemia y de inflación en insumos agrícolas y alimentos”, puntualizó Villalobos Arámbula.
Al participar en el Primer Parlamento Abierto en materia de Plaguicidas y Fertilizantes en el Senado de la República, el titular de Sader, señaló que, actualmente, las alternativas al glifosato y plaguicidas son limitadas, menos eficientes en tiempos de control y más costosas.
Advierten riesgos
El funcionario federal reconoció que, “Debemos advertir responsablemente del riesgo para la seguridad alimentaria que implicaría la prohibición inmediata del uso del glifosato y plaguicidas pues impactaría la producción en sus rendimientos y costos, así como la disponibilidad de alimentos y presionaría al alza el precio de los básicos y se afectaría, en primer lugar, a la población más vulnerable”.
Resaltó que se cuenta con Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para apoyar investigaciones científicas, desarrollos tecnológicos e innovaciones que permitan sustentar y proponer alternativas tanto en métodos combinados de aplicación como insumos sustitutos, y que, muy probablemente, las alternativas de solución y reemplazo al glifosato y plaguicidas, serán integrales y diversas por cada cultivo y en cada región del país.
Incluso, agregó, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) y diversas instituciones públicas de investigación y educación superior del sector trabajan en reemplazo al glifosato con parcelas de validación y testigos con diferentes cultivos y en diferentes regiones.
Ante este escenario, Villalobos Arámbula aclaró que la Sader no promueve ni utiliza de modo alguno el agroquímico denominado glifosato, por el contrario, “Se está cumpliendo con el decreto presidencial del 31 de diciembre de 2020, para sustituir gradualmente el uso del glifosato”.
Consultas sobre insumos amigables
Se tiene conciencia, agregó, de que la agricultura mexicana debe transitar hacia una producción más sustentable, para lo cual requiere de un periodo de adaptación gradual y evaluación de los distintos sistemas de producción.
A la fecha, señaló, la dependencia promueve buenas prácticas agrícolas, amigables con el ambiente y de la mano de una Estrategia Nacional de Suelos para la Agricultura Sustentable (Enasas) y el aprovechamiento sustentable de los recursos hídricos, que permite optimizar y reducir gradualmente el uso de plaguicidas con innovaciones en los métodos de aplicación y alternados con productos biológicos u orgánicos.
Subrayó que, entre los productores se tiene conciencia de que la agricultura nacional debe transitar hacia una producción más sustentable, para lo cual requiere de un periodo de adaptación, evaluación de tiempos de control y análisis costo-beneficio de los distintos sistemas de producción que permitan lograr y acelerar nuestras metas de autosuficiencia alimentaria y garantizar la asequibilidad de los alimentos a toda la población.
Señaló que se debe promover entre todos los tipos de productores del país el no abuso de los insumos de que se disponen para proteger el entorno sin poner en riesgo la productividad.
El coordinador general de Inteligencia de Mercados de la Secretaría de Agricultura, Arturo Puente González, afirmó que siguen los trabajos y las consultas interinstitucionales para su tránsito a otros insumos amigables con el ambiente, con base en la evidencia científica, “Se trata de un reto, que tendrá como principal aliado la innovación y las tecnologías”.