A pesar de que el Producto Interno Bruto (PIB), registró de julio a septiembre de este año un incremento trimestral de 1.0 por ciento y de 4.2 por ciento a tasa anual, lo cierto es que la economía mexicana todavía está lejos de los niveles reportados previo al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hoy por la mañana, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), informó que, con base a datos oportunos y ajustados por estacionalidad, durante el tercer trimestre del año, el PIB registró un incremento de 1.0 por ciento respecto al trimestre previo (superando el 0.8 por ciento que esperaban los analistas), derivado del avance que mostraron sus tres principales componentes: Las actividades primarias crecieron 1.8, mientras que las secundarias 0.9 y las terciarias 1.2 por ciento.
A tasa anual y con datos oportunos y sin estacionalizar, el PIB creció 4.2 por ciento en el periodo comprendido de julio a septiembre del año con relación al mismo periodo de 2021, como resultado de la expansión que anotaron sus tres principales componentes: Las actividades primarias y secundarias crecieron 3.8 por ciento cada una, en tanto que las terciarias avanzaron 4.3.
Con ello, el PIB habría crecido 2.7 por ciento a tasa anual en los primeros nueve meses del año.
¿Son buenas o malas noticias?
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, afirmó que el desempeño que mostró la economía fue “bueno”, pues los valores fueron mayores a los pronósticos que tenían los analistas.
Sin embargo, dejó en claro que con todo y dicha expansión, lo cierto es que la economía mexicana todavía no alcanza a recuperar los niveles previos a la pandemia (2002) e incluso los reportados previos a la presente administración federal (2018).
“El crecimiento del tercer trimestre, a pesar de ser bueno, no fue suficiente para que la economía de México termine de recuperarse de la crisis de la pandemia; pures al tercer trimestre el PIB se encuentra 0.48 por ciento debajo del PIB del 2019; además es importante recordar que el deterioro de la actividad económica comenzó desde mediados del 2018 (en el marco de la victoria electoral de López Obrador), y en 2019 la economía se contrajo -0.19 por ciento; de este modo, el rezago de la economía mexicana respecto al PIB del 2018 es de 0.66 por ciento”, explicó la analista.
Bajo dicho escenario, Gabriela Siller estima que la economía crecerá 2.5 por ciento en este 2022 y en 2023 se observaría una desaceleración, con un crecimiento anual de apenas 1.6 por ciento, muy por debajo del tres por ciento que espera la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Por su parte, Jorge Gordillo Arias, analista de Ci Banco, considera que el actual escenario económica permite prever que se alcanzará un crecimiento de 2.6 por ciento en este 2022.