Por Maricela Palacio

El que millones de mexicanos cuenten con un empleo formal no es garantía de que puedan superar su condición de pobreza. De acuerdo con registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al cierre del año pasado, casi la mitad, 45 por ciento de las personas con empleo formal carecen de salario suficiente que les permita dejar de ser pobres; se trata de 9 millones 598 mil personas, casi 10 millones de personas, a quienes el salario mensual no les alcanza para comprar dos canastas básicas.


Así se muestra en el “Reporte temático no 1” que presenta Acción Ciudadana Frente a la Pobreza
en la serie “Salarios bajo la lupa”, con base en datos oficiales del IMSS, dado a conocer hoy. Los principales hallazgos son: 53% de los caso 10 millones de personas son trabajadores y trabajadoras de medianas y grandes empresas, ya sea en fábricas, almacenes, tiendas departamentales, corporativos o consorcios.


La pobreza y precariedad laboral que se asocia únicamente con la informalidad o el subempleo, también invade en gran medida la economía formal. Las empresas con mayor soporte económico también son fábricas de pobreza. Esta situación se presenta prácticamente en todo el territorio nacional, en ocho estados (una cuarta
parte de las entidades del país) el salario insuficiente afecta a más del 55% de los trabajadores formales (10 puntos más que el promedio nacional: 45%). Se trata de Sinaloa, Guerrero, Oaxaca, Durango, Chiapas, Tlaxcala, Michoacán y Nayarit.

Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, refirió que es común pensar que el empleo formal garantiza superar la pobreza; sin embargo, es preciso desmitificar esta percepción errónea. “Hemos insistido a los grupos empresariales que no basta pagar el salario mínimo o poco más, lo mínimo son 8,600, pues si no alcanza para dos personas, no puede ser suficiente para una familia. No puede haber responsabilidad social empresarial si los bajos salarios producen pobreza”, añadió.


Explicó que un ingreso menor al costo de dos canastas básicas es insuficiente para superar la pobreza, pues el tamaño promedio de los hogares en México es de 3.6 personas con 1.6 perceptores de ingreso por hogar. Por tanto, cada perceptor de ingreso tiene poco más de una persona dependiente a su cargo.


“El principio es muy claro: el salario debe ser suficiente para mantener a quien trabaja y a su familia.
Así lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos y nuestra Constitución. Por tanto,
el salario debe alcanzar para mantener al menos a dos personas, quien trabaja y una más”, sostuvo.


Un salario suficiente para comprar dos canastas básicas, explicó, es el umbral mínimo indispensable
de ingreso familiar. Es sólo un primer paso para contribuir a que una familia comience a superar su
condición de pobreza. Y de ahí la propuesta a los organismos empresariales de garantizar salario
suficiente ya (8,600 al mes). Y a partir de ahí, avanzar hasta lograr “ingreso digno” (que puede ser
de más de 10 mil pesos al mes).


Mientras el trabajo siga siendo precario, afirmó Gómez Hermosillo, producirá pobreza, en lugar de
ser la puerta de salida, y los cambios en los niveles de la pobreza en México seguirán siendo
marginales.