- Esta semana hagamos un ALTO EN EL CAMINO para analizar la posibilidad y el interés del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de que TESLA, el fabricante de vehículos eléctricos. instale una planta productora en el país.
Al inicio del sexenio, las inversiones automotrices parecían no importar, o definitivamente no importaban al actual presidente del país. El desprecio por la industria automotriz era claro. Ni el presidente, ni gente de su administración acudía a los anuncios de inversión o volteaba a ver al sector para tomar decisiones que afectaban a la industria.
Ahora que la oposición al gobierno y la manera gobernar de AMLO crece y las presiones externar también, el gobierno voltea a ver a los grandes inversores, pues ya se dio cuenta de que pueden ayudarle a presumir que su gobierno “va de maravilla”, además de que necesita generar empleos en forma urgente y “cacarear” que en el país hay y se respeta el Estado de Derecho.
Por eso no extraña que en días pasados haya acudido, ahora sí, a la inauguración de la nueva planta de vehículos eléctricos que instalará la firma alemana BMW en el estado mexicano de San Luis Potosí, de cuya inversión estuvo adelantando para presumir que su gobierno va bien, desde su conferencia Mañanera, sobre todo después de la Cumbre Trilateral (México, Estados Unidos y Canadá) que se llevó a cabo en nuestro país.
Desde hace un par de semanas, también en su conferencia matutina, Andrés Manuel López Obrador, adelantó la intensión de TESLA, el productor exclusivo de vehículos eléctricos premium, de instalar una planta en México.
Desde octubre del año pasado, el multimillonario, dueño de la marca automotriz, Elon Musk, visitó Nuevo León, en particular se reunió con la esposa del gobernador de esa entidad, Samuel García, y el mismo mandatario local.
Ya entonces surgió la información de que Musk tenía interés de instalar una fábrica de vehículos en México y para ello estaba explorando la entidad neolonesa.
No extraña entonces que el gobierno federal empezara a hacer “ojitos” al Samuel García, gobernador de extracción políticamente opositora a la 4T.
Sin embargo, en días pasados el presidente de México agregó un nuevo estado a la lista de candidatos para recibir la planta de Tesla y mencionó precisamente a Hidalgo, muy cerca del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), justo la zona en donde al presidente le urgen inversiones que abran caminos y den seguridad.
Y es que cuando una planta automotriz se instala, la zona no sólo resulta beneficiada por los cientos o miles de empleos que genera, sino por la infraestructura que construye a su alrededor, a fin de habilitar los caminos para el paso de proveedores y transporte de vehículos.
ESO ES PRECISAMENTE LO QUE AMLO NECESITA PARA EMPUJAR EL USO DEL AIFA.
No extraña entonces que el gobierno federal esté apresurado en tratar de convencer y atraer esa inversión.
Este martes, el canciller mexicano, Marcelo Ebrad, dio a conocer en su cuenta de Twitter la reunión que tuvo en México con Rohan Patel, director de Desarrollo de Negocios de Tesla, así como de Eugenio Grandio, Director de Mercado en México.
Y sella su mensaje con un “Pronto habrá buenas noticias”.
Lo cierto es que ya sea en Nuevo León o en Hidalgo, la noticia le sirve al actual gobierno para presumir y levantar su caída en las preferencias de la población. Una nueva inversión de un gigante como lo es TESLA siempre es de presumir.
Además, es muy probable que TESLA esté en la búsqueda de nuevos centros de producción en mercados en los que no tenga tantos problemas como ya los empiezan a tener en Estados Unidos, en donde en la planta de Buffalo empezó la organización de empleados para crear un sindicato, pese al enojo de Musk.
En México, en tiempos de una administración que se ha dedicado a destronar contratos colectivos y deshacer sindicatos y por su acuerdo comercial con Estados Unidos; resulta el mercado ideal.
Veamos en dónde se instala, pero estoy segura de que el gobierno federal ha tratado, por todos los medios de que el lugar sea Hidalgo, ahí, cerquita del AIFA. Finalmente tanto para el gobierno mexicano como para Tesla aplica el “todos ganan”.