Redacción
El Congreso Agrario Permanente (CAP), lanzó un llamado al Senado de la República a frenar el nuevo gravamen por uso de agua en la agricultura que aprobó la Cámara de Diputados, así como la reducción al presupuesto del campo, pues dichas medidas contravienen la política de autosuficiencia alimentaria del país.
Por medio de un comunicado, el secretario técnico de la organización, Raúl Pérez Bedolla, dijo que el cobro de impuestos por uso de agua para la agricultura podría desembocar en la disminución de la superficie sembrada con maíz.
“Si ya de por sí de 1994 a 2017, la superficie sembrada cayó de 9.2 millones a 7.5 millones de hectáreas y con ello la producción de este grano básico disminuyó e impulsó la importación del grano; actualmente se cosechan alrededor de 18.2 millones de toneladas”, expuso.
Por ello, dijo que esta situación, aunada al incremento en los costos de producción por hectárea, el valor de producción ahora se elevará entre tres y cinco mil pesos más por pago de impuesto por el uso de agua para la agricultura.
“Los productores agropecuarios tendrán mayores costos de producción y, en consecuencia, habrá un aumento generalizado en el precio de los alimentos, lo que además pondría en riesgo la soberanía alimentaria”.
Un producto en el que se usa una gran cantidad de agua es el arroz y con el cobro de esta tributación se agudizará la dependencia del grano y se reducirá la superficie sembrada, pues de 1989 a 2017 cayó de 193 mil a 42 mil hectáreas, además del riesgo de que los agricultores abandonen el cultivo del arroz.